La riqueza la crea el trabajo

El 15 de septiembre se cumple el décimo aniversario de la quiebra de Lehman Brothers, inicio oficial de la crisis que sacudió al mundo y dio lugar en varios países –entre ellos España– a duros ajustes que repercutieron principalmente sobre las clases medias y trabajadoras. Se pone a menudo el foco en los migrantes y refugiados, pero sin los excesos de la economía financiera previos al estallido de la burbuja financiera y los posteriores rescates a la banca no se explicarían el descontento popular ni el auge de los populismos. La regulación financiera ha mejorado desde entonces, si bien los expertos advierten de que el sistema sigue siendo vulnerable e incluso denuncian pasos atrás, sobre todo en EE. UU. Hay, sin embargo, una cuestión cultural previa: la mentalidad que otorga a las finanzas la primacía sobre la economía real. Lo ha denunciado el Papa en una entrevista al periódico Il Sole 24 Ore. «El dinero, el de verdad, se hace con el trabajo», no se crea por arte de magia en las bolsas. Una afirmación llena de sentido común que, en su afán de buscar atajos para la generación de riqueza, a veces olvidan los agentes económicos.