Hoy me siento feliz - Alfa y Omega

Martes. Son las siete de la mañana y coincidimos en la cocina Jo y yo. Espero que salga el café para subir a la capilla e iniciar el día orando en comunidad. Ella está preparando el desayuno y algo para comer a mediodía para salir a trabajar; hoy llegará un poco más tarde porque desde el departamento sociolaboral le han dicho que tiene que hacer trámites. Me dice que ha rezado antes, me comenta que todos los días se pone bajo la protección de Dios, que confía mucho en Él, que su familia es muy religiosa…

Empezamos a hablar. Lleva más de siete meses en el Proyecto Esperanza y me dice que los primeros fueron muy difíciles, tenía mucho dolor en el corazón y todo se le hacía muy costoso –la convivencia, las normas…–.

Me cuenta anécdotas, ahora simpáticas, y me dice que pensaba que no iba nunca a recuperarse, pero sus ganas de estar bien, su buena declaración, el acompañamiento de la abogada y su confianza en Dios han hecho posible que ahora tenga permiso de residencia y trabajo. Por fin llegó un contrato, que le permite sus primeros ahorros y pensar que pronto pasará al piso de autonomía.

Le gusta Madrid, se encuentra muy bien aquí: le gusta viajar en transporte público, sentirse una más entre toda la gente que va a estudiar o a trabajar… Dice que cuando ahorre un poquito más quiere estudiar. Nos despedimos con una gran sonrisa y un beso y, a punto de salir de la cocina, me dice: «Ana, gracias, hoy me siento feliz». Su cara con una gran sonrisa y sus ojos tienen mucha luz.

Mientras subo las escaleras noto que llevo una sonrisa en la cara y una sensación de alegría. Cuando entro en la capilla las hermanas lo notan y me preguntan qué ha pasado. Les cuento la conversación. Nuestra oración se centra hoy en dar gracias por la vida de cada una de las mujeres que comparten la vida con nosotras, pedimos a Jesús que nos dé la sabiduría para descubrir el proyecto que tiene para cada una de ellas, y que nosotras sepamos acompañarlas.

Terminamos nuestra oración escuchando la canción con letra de M.ª Micaela: «Por una sola…».