A ganar y Petra. Dos películas contra el nihilismo - Alfa y Omega

A ganar y Petra. Dos películas contra el nihilismo

Juan Orellana
La entrenadora (Helen Hunt) da unas indicaciones a las jugadoras del equipo de voleibol del West High School. Foto: www.miracleseason.movie

El director de Soul Surfer, Sean McNamara, vuelve con A ganar a otra historia de superación, también —como aquella— basada en la historia real del equipo de voleibol femenino de West High School de Idaho. Tras la trágica muerte de la jugadora estrella de la escuela, Caroline Line Found, las demás jugadoras deberán unirse bajo la dirección de su dura entrenadora (Helen Hunt) con la esperanza de ganar el campeonato estatal.

A ganar es una película tremendamente yanqui en su planteamiento antropológico. Por un lado exalta sin complejos el voluntarismo, el Yes, we can, el querer es poder como garantía de éxito. De hecho, el argumento es una carrera de obstáculos superados siempre por la voluntad de vencer. Sin embargo, no olvidemos que la película cuenta un hecho real, muy expresivo de esa mentalidad americana profunda que se ha materializado en diversos mitos compartidos como el sueño americano o el hombre hecho a sí mismo. Es necesario dejar esto claro, no como crítica, sino para indicar que en el ámbito europeo puede no recibirse con la empatía con la que esta película se ha celebrado en Estados Unidos.

Sin embargo, lo genuino del filme no reside en la propuesta descrita, presente en tantísimas películas comerciales hollywoodienses, sino en el carisma de la desaparecida capitana del equipo, Line, que se ha convertido en un modelo de referencia para todos los jóvenes del instituto y alrededores. Fundamentalmente se trata de una chica alegre, de mente abierta y desprejuiciada, con una actitud positiva ante la vida, constructiva y creativa. Estas aptitudes le habían convertido en una líder natural, que creaba unidad y buen clima. La relación con su madre, gravemente enferma de cáncer, expresaba de forma especialmente elocuente esta forma de vivir. La voz en off del comienzo es toda una declaración de principios: Line es una chica excepcional de forma natural, pero que puede entenderse como un don del cielo para enseñarnos a vivir. A pesar de lo convencional del filme, es muy positiva y ofrece una visión del ser humana no contaminada de nihilismo. Ideal para preadolescentes.

A ganar
Director:

Sean McNamara

País:

Estados Unidos

Año:

2018

Género:

Drama

Público:

Todos los públicos

La última palabra la tiene el amor

Petra habla con Marisa, esposa de Jaume Navarro, en un fotograma de la película. Foto: Quim Vives

Otra película antinihilista, pero para un público claramente adulto es Petra. Jaime Rosales (Las horas del día, La soledad…) no abandona su siempre fascinante puesta en escena (planos largos, fueras de campo) para diseccionar una vez más sus grandes temas: el dolor, la culpa, la soledad… Petra (una magnífica Bárbara Lennie) quiere encontrar a su desconocido padre tras la muerte de su madre. En su búsqueda, lo que le va a cambiar la vida para siempre es toparse con la familia de un afamado escultor catalán, Jaume Navarro (Joan Botey, que no es actor profesional sino el dueño de la finca donde se rodó el filme).

Estamos ante una película que fue acogida con entusiasmo en Cannes, a pesar de ser muy de autor. La puesta en escena destila autenticidad por los poros y, a pesar de que toca el mal con las manos, no sucumbe al nihilismo imperante y deja que la última palabra la tenga lo más noble del ser humano: el amor y el perdón.

Petra
Director:

Jaime Rosales

País:

España

Año:

2018

Género:

Drama

Público:

+16 años