Celebrando la vida - Alfa y Omega

El día 20 de octubre nuestra comunidad cumple su cuarto centenario. Un momento importante que nos invita a renovarnos espiritualmente y a dar gracias por lo recibido a lo largo de tantos años.

Nuestra presencia en Toro no ha estado exenta de dificultades. Se han vivido momentos duros en los que las hermanas tuvieron que huir porque peligraba su vida; otros en los que se vieron obligadas a dejar el convento durante unos años en contra de su voluntad; momentos de carestía y de miedos, de hambre y de epidemias mortales.

Sin embargo, la vida siempre ha sabido abrirse paso en medio de todos los obstáculos, de todos los horrores, de todas las guerras. Las monjas siguieron, año tras año, siglo tras siglo, confiando; siguieron con sus alabanzas y sus cantos, acogiendo en sus entrañas todos los sufrimientos y los gozos de los que se acercaban al torno, de los que pedían oración, de los que necesitaban ser escuchados y también de aquellos que ni se acercaban, ni pedían, ni necesitaban nada. Siguieron con su vida sencilla, escondida, haciendo eso poquito que se puede hacer cuando se quiere construir un mundo mejor. Esta es la herencia que hemos recibido: un espacio de vida que se abre para todos. Por eso estamos de fiesta, por eso celebramos este cuarto centenario.

Hace unos meses pensábamos que no íbamos a poder hacer nada, quedaba poco tiempo para pensar, para organizar alguna celebración. Nuestros deseos, en cambio, fueron contagiosos y se fueron propagando a una red extensa de amigos que se pusieron enseguida manos a la obra. Algunos de ellos pertenecen al mundo del teatro, otros son periodistas, las hay también poetisas, hay músicos, pintores, bailarinas y un montón de gente que aporta lo mejor de sí. Todos, desde su don, comenzaron a colaborar, a alegrarse con nosotras, a querer ser parte de la fiesta. No hay celebración más bonita que la que se hace entre todos, en la que se juntan fuerzas, dones e ilusión. El calendario se ha ido llenando: encuentros de oración, diálogo interreligioso, conciertos de música… ¡Tenemos todo el año ocupado! Es un año para celebrar la vida y todos estáis invitados.