«La política migratoria ha fracasado» - Alfa y Omega

«La política migratoria ha fracasado»

Los Círculos del Silencio lloran las últimas muertes de migrantes en el Estrecho, que suman más de 620 en lo que llevamos de año, un 30 % de todas las que se han producido al intentar llegar a Europa

Fran Otero
Cadáver de un migrante en las inmediaciones de la playa del Faro de Trafalgar (Cádiz). Foto: EFE/Román Ríos

Andalucía se encuentra inmersa estos días en una campaña electoral que dilucidará el color del Gobierno regional para los próximos años. Es tiempo de promesas, de balances y también de olvidos. Olvido de los migrantes que cada día intentan llegar a nuestro país buscando un futuro nuevo y que, en ocasiones, lo único que encuentran es la muerte. Así, mientras el mar sigue escupiendo cadáveres de la tragedia del pasado 5 de noviembre en Los Caños (Cádiz) –el pasado lunes aparecieron dos nuevos cuerpos que elevan las víctimas mortales a 23–, la clase política mira para otro lado. Ese mismo día, los candidatos a presidir la Junta de Andalucía se batían en debate con Canal Sur como testigo y ni una palabra.

Las cosas no han cambiado mucho desde hace 30 años, cuando se halló el cadáver del que se considera el primer migrante muerto en nuestras cosas, un joven marroquí. Un triste aniversario que se conmemoró el 1 de noviembre. Desde entonces, aquel noviembre de 1988, han perecido en nuestras costas alrededor en 7.000 inmigrantes. Solo en lo que llevamos de año, la cifra supera los 620, un 30 % de todos los migrantes fallecidos al intentar llegar a Europa y casi un 20 % de los muertos en todo el mundo.

«La política migratoria europea y española ha fracasado porque no ha impedido que sigan llegando migrantes y tampoco ha evitado las tragedias mortales », reconoce a Alfa y Omega Gabriel Delgado, director del Secretariado de Migraciones de la diócesis de Cádiz y Ceuta. En este sentido, defendió otras políticas migratorias, que aseguren vías seguras y legales que acaben con las tragedias y las muertes. Cree, además, que así se puede poner fin a las mafias que se aprovechan del sufrimiento de los migrantes y con el tránsito clandestino.

Delgado participó, como cada mes, en una nueva edición de los Círculos del Silencio, iniciativa promovida por entidades eclesiales, que tuvo lugar por última vez el pasado 14 de noviembre. Fue un ocasión especial por las reciente tragedias: la citada de Los Caños y las de Melilla y Vélez-Málaga. Por ello, once localidades de las diócesis de Cádiz, Málaga y Tánger se unieron con un mismo lema –La Frontera Sur está de luto– y un manifiesto común. «Se repite, un día y otro, este espeluznante desastre en que tantos jóvenes están perdiendo la vida y enterrando sus sueños en medio de las aguas del Mediterráneo. En la frontera sur, una vez más, estamos de luto. Una y otra orilla lloramos a estos jóvenes fallecidos. Estas trágicas muertes nos llenan de dolor y de angustia y nos sobrecogen el corazón. Nos unimos al sufrimiento de sus familiares y de sus compañeros de viaje que han podido salvarse y elevamos una oración al Dios de la vida y de la paz para que les otorgue el descanso eterno», afirmaron.

Según Delgado, los Círculos del Silencio están tomando cada vez más cuerpo después de más de 34 meses celebrándolos. De hecho, no solo se ha consolidado en lugares concretos como Cádiz, sino que se ha extendido. Apunta, en este sentido, que uno de los deberes de la Iglesia en relación con los migrantes es animar a la comunidad eclesial «a que no se acostumbre a las muertes» y «tenga un corazón y una mente abierta para acompañar la realidad que viven los migrantes y denunciarla».

Un momento de la celebración del Círculo del Silencio en Ceuta. Foto: Círculo del Silencio de Ceuta

Iglesia acogedora

Pero además de la labor de sensibilización, la Iglesia también acompaña a este colectivo tan castigado en las diversas situaciones en las que se encuentra. En la diócesis de Cádiz se contemplan dos escenarios: el acompañamiento diario con los inmigrantes que viven en los pueblos y ciudades para ayudarlos en su integración, y la acogida inmediata, con una residencia que cobija a 46 migrantes.

Delgado concluye con una advertencia sobre los mensajes que lanzan algunos partidos políticos en relación con los migrantes cuando hablan de «invasión» o de que «van a desestabilizar nuestro sistema social»… «No podemos admitir esas afirmaciones que utilizan perversamente la realidad para intentar crear en la población la idea de que llegan más inmigrantes que nunca, cuando no es cierto, y sacar así réditos electorales». Cree importante mostrar la realidad a través de los datos –en este caso, de la OIM–, que apuntan que este año llegaron a las costas europeas en torno a 100.000 migrantes, frente a los 150.000 del año anterior, los 300.000 de 2016 o el millón y medio de 2015.