Franco en serie - Alfa y Omega

Franco en serie

Isidro Catela
Oriol Pla en un momento de la serie 'El día de mañana'
Oriol Pla en un momento de la serie El día de mañana. Foto: Movistar +.

Movistar+ nos ha regalado en este 2018 dos de las series españolas más notables de los últimos años. Una tiene a Madrid y otra a Barcelona como protagonistas, y las dos, en diferente medida, han vuelto a hacer una particular memoria de Franco y de su España en blanco y negro. La primera, El día de mañana, ha sido creada por Mariano Barroso y Alejandro Hernández, sobre la novela homónima de Ignacio Martínez de Pisón. Con una factura técnica brillante y un buen guion, nos cuenta la vida de Justo Gil (magnífico Oriol Pla en el papel), un buscavidas que llega a Barcelona en pleno tardofranquismo y que nos ofrece un retrato espléndido del pícaro contemporáneo.

Inma Cuesta y Paco León, en un momento de la serie 'Arde Madrid'
Inma Cuesta y Paco León, en un momento de la serie Arde Madrid. Foto: Movistar +.

Más reciente, con la promoción aún coleando por las marquesinas, Arde Madrid es el segundo plato. Ha sido creada por el versátil Paco León y Anna R. Costa, rodada íntegramente en blanco y negro, con una gran ambientación de la época (vuelve la burra a la España franquista) y cuenta con un guion que alcanza momentos hilarantes y que parece pedir a gritos un segunda parte o un spin-off con alguno de los memorables personajes secundarios. El propio Paco León (como Manolo) e Inma Cuesta (como esa coja revenida y triste de la Sección Femenina) se comen la pantalla. Increíble también, entre otros muchos, Debi Mazar, en el papel de una alocada y crápula Ava Gadner. Lástima que el universo de Paco León se termine yendo por el sumidero de unos ardores que siempre son los mismos y que hasta la obsesión quedan bien retratados con el pico de una plancha, imagen de marca de la serie. Hay mucho talento, pero la caricatura grotesca es unidireccional. Se pueden imaginar que a esas pulsiones tan liberadoras y freudianas que arden en la cabeza de los directores, acude la religión para que Franco no cargue con las culpas de todo lo que nos pasa. Una pena, porque hay quienes hartos ya de tanta producción franquista en serie, le empiezan a hacer cruz y raya a las series de ficción españolas. El cine cayó en el mismo error y anda todavía con el sambenito colgando.