La reforma de la CEE entrará en vigor en 2020 - Alfa y Omega

La reforma de la CEE entrará en vigor en 2020

Habrá una Vicepresidencia Segunda, una Comisión de Estudios y Proyectos, y se revalorizará el papel de las 14 provincias eclesiásticas

Ricardo Benjumea
Sesión inaugural de la Asamblea Plenaria de la CEE, el 19 de noviembre de 2018. Foto: CEE

La reforma de la Conferencia Episcopal ha sido aprobada en la última Asamblea Plenaria de los obispos y comenzará a aplicarse con la renovación de cargos en 2020. Así lo confirma a Alfa y Omega el exsecretario general y obispo electo de Ávila, José María Gil Tamayo.

La reorganización, contemplada en el Plan Pastoral 2016-2020, se inspira en los principios de «simplificación», «agilidad» y «eficacia», según adelantó en marzo de 2017 el cardenal Blázquez, presidente de la CEE y arzobispo de Valladolid. Siguiendo los cambios introducidos por el Papa en la Curia romana, se unificarán y agruparán diversos departamentos. Para ello se encargó en 2016 la elaboración de una ponencia a una comisión formada por cinco obispos (los de Zaragoza, Barcelona, Segorbe-Castellón, Salamanca y el actual de Getafe), además de Gil Tamayo, coordinador del grupo, quien paralelamente llevó a cabo un proceso de consultas a los restantes obispos españoles para incorporar sus sugerencias. En la plenaria celebrada del 19 al 23 de noviembre, la última en que Gil participaba como secretario general, la ponencia fue finalmente aprobada y está ahora a la espera de plasmarse en los estatutos de la CEE, cuestión en la que seguirá trabajando durante los próximos meses la Comisión Permanente.

«No se trata solo de cambios de nombre, sino de ponernos en clave evangelizadora, y al mismo tiempo fortalecer la relación de la Conferencia Episcopal con los territorios», afirma el exsecretario. En relación al primer aspecto, figura por ejemplo la reconversión de la actual Subcomisión de Catequesis en una Comisión de Catecumenado y Nueva Evangelización, o el fortalecimiento de la dimensión social y caritativa, que es «la gran apologética de la Iglesia». También se transforma el Comité Ejecutivo, que pasa a llamarse Consejo de Presidencia, y se creará una Comisión de Estudios y Proyectos como la que existe en el episcopado francés, que, formada por obispos, recurrirá a expertos en distintas materias para ofrecer ideas y orientaciones tanto a la CEE en su conjunto como a cada departamento en particular.

El cambio de mayor calado, sin embargo, consiste en revalorizar el papel de las provincias eclesiásticas como cauces para facilitar una participación más operativa de las Iglesias locales en la CEE, al tiempo que resalta el papel de esta como órgano de comunión al servicio de las diócesis. Salvo la archidiócesis castrense y el Ordinariato para los católicos orientales, con jurisdicción sobre todo el territorio nacional, las restantes 69 diócesis que existen en España se agrupan en 14 provincias eclesiásticas, que oscilan entre los tres y los siete miembros, cada una con su arzobispo metropolitano al frente. La función de estos organismos, según establece el Código de Derecho Canónico, es «promover una acción pastoral común» en territorios vecinos. A partir de 2020, con las nuevas reformas, habrá un vicepresidente segundo en la CEE, elegido entre las propuestas de las provincias eclesiásticas, a las que se reservará un tiempo específico en las asambleas plenarias. «Será un cambio de idea y vuelta», asegura José María Gil Tamayo, augurando una mayor cooperación entre las Iglesias locales dentro de cada una de estas 14 provincias.