Navidad militar - Alfa y Omega

Las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad del Estado los forman hombres con una vocación: servir a la patria hasta morir. Un compromiso que les hace plantearse las cuestiones esenciales del ser humano, patrullando donde acechan terrorismo y violencia, navegando borrascas y tempestades, volando cielos tan puros como impuros son los parajes desolados donde los señores de la guerra tienen sus dominios de saqueo, dolor y muerte.

Preguntas para el militar cada Navidad lejos del hogar. Recuerdo a un compañero respetado por su valentía, cómo al pedir en la Misa de Navidad por los hijos se emocionó hasta ahogar un sollozo. Luego, alrededor de una improvisada hoguera, conversando y cantando villancicos, él, hombre de profunda fe y gran prestigio militar, comentó cómo la Navidad siempre le acercaba a Dios por lejos que estuviese de su familia. El mismo Niño-Dios que bajo las diáfanas estrellas del desierto nos acompañaba con el latido de los seres amados en nuestros corazones.

También evoco una Nochebuena navegando. Con la ayuda de los compañeros marineros convencí a casi toda la dotación para participar en la Misa del Gallo. La noche era cálida, con una mar serena que penetraba la proa de nuestra fragata con un rumor de olas y una espuma blanca sobre la plateada superficie por la luna llena. Al inicio, entoné el primer villancico. Los marineros, suboficiales y oficiales se miraban tímidos sin cantar, hasta que un marinero con una caja de música y otro con su guitarra se arrancaron con una zambomba jerezana. Vivimos una Santa Misa entrañable, con madrugada alegre hasta las tantas (gracias a la autorización de nuestro comandante), cantando villancicos en torno a una hoguera en un bidón sobre la cubierta de helicópteros. Con humildad y camaradería, como un portal de Belén viviente sobre las aguas, el Niño Dios embarcó a bordo con nosotros.

Líbano, Irak, Turquía, Afganistán, Mali, Letonia, Congo, los mares del mundo, da igual: cada Navidad nuestros militares hermanan amor a la patria y a la familia con el amor a Dios. Y son días en los que en el militar se sublima la vocación de servicio a la patria como vocación a la santidad.