La cabalgata más inclusiva - Alfa y Omega

La cabalgata más inclusiva

El distrito de Latina organiza una cabalgata en Madrid en la que cabe todo el mundo: desde el Ayuntamiento a una agrupación de niños con discapacidad. «Todo lo que sea entendernos y colaborar acaba generando cosas bonitas con el tiempo», dice uno de los párrocos participantes

Rodrigo Moreno Quicios

Colegios, parroquias, agrupaciones vecinales, escuelas de danza, clubes deportivos… Todos acompañan hoy a los Reyes Magos de Oriente a su paso por el distrito madrileño de Latina. «Es el evento del año con el que colaboran más asociaciones», explican desde la junta municipal. La cabalgata, una de las más largas de Madrid con sus siete kilómetros de recorrido, cuenta con un convoy de más de mil personas, catorce carrozas y dos trenecitos, lo que ha requerido la colaboración de todos los implicados, entre los que no faltan las iglesias de la zona. «Esta es una fiesta de connotaciones religiosas que nos permite expresarnos tal y como somos», celebra David López, coordinador de jóvenes durante la cabalgata y sacerdote de la parroquia Jesús y María.

«Creemos que todo lo que sea entendernos y colaborar acaba generando cosas bonitas con el tiempo. Es una gracia que se ha mantenido con los distintos ayuntamientos», opina López. Independientemente de su signo político, los sucesivos equipos de gobierno de Latina siempre han percibido la sensibilidad religiosa de sus vecinos, lo que año tras año anima a las parroquias del distrito (Jesús y María, San Leopoldo, San Alfonso, El Pilar y Santo Domingo) a participar activamente en el desfile para recordar los orígenes católicos de esta tradición.

Algo que habría sido imposible sin la implicación de la Mesa de Cultura del Distrito. Un órgano formado por 39 representantes del barrio que, aunque puedan tener en ocasiones una concepción menos religiosa de la cabalgata, consideran que debe estar destinada a los más pequeños y ponen todo tipo de facilidades «a las parroquias o asociaciones en las que se ve la ilusión contagiosa de los niños», comenta Francisco José Rubio, coordinador de la mesa de cultura.

Los niños de San Juan Bautista de la Concepción buscan cada año un motivo religioso a la carroza que les asigna la junta municipal

«Es un ejemplo de colaboración civil muy creativo que no creo que tengan el resto de distritos porque aquí tenemos un tejido asociativo muy fuerte», añade el párroco. De hecho, el movimiento barrial es tan fuerte en Latina que, a pesar de los intentos del actual Ayuntamiento, sigue celebrándose el día 5 de enero. «Por motivos de seguridad querían que la hiciéramos el 4 para no quitar policías a la de la Castellana, pero todos los vecinos hemos luchado por una reivindicación histórica, que se haga el día de la víspera», explica Francisco José Rubio, quien interpuso en su momento una queja al consistorio acompañado de otros representantes de la mesa de cultura, las parroquias y la junta municipal de distrito. «Y como todos estábamos de acuerdo, conseguimos que se hiciera el día 5», celebra.

Tradición y diversidad

Todas las sensibilidades caben en la cabalgata de Latina. Y, aunque a menudo su ambientación (en la que nunca faltan personajes de dibujos animados y otros motivos profanos) poco tiene que ver con la epifanía, algunas parroquias como San Juan Bautista de la Concepción han conseguido darle un sentido religioso a las carrozas que les tocan cada año en el sorteo que organiza la junta municipal. «Hace unos años nos tocó ser los piratas. Entonces pusimos nuestra bandera trinitaria, y le dijimos a los niños que eran piratas que van conquistando corazones, llegan al espíritu de las personas, van pasando tempestades y libran una batalla para transmitir la fe», explica Rosa María Ruiz, miembro del equipo de catequistas de la parroquia.

Los niños de Apaipa consiguieron el año pasado una carroza adaptada

Para Ruiz, poder participar en la cabalgata «es un trabajo mágico porque dejas la vergüenza en casa, sacas tu niño anterior y vives el sueño de que los Reyes van a venir esa noche». Algo en lo que le ilusiona muchísimo participar «gracias a que la junta de distrito se ha portado de maravilla con nosotros y nos han facilitado todo lo que hemos necesitado».

Por otro lado, mientras las parroquias celebran la adoración de los Reyes Magos, otras asociaciones aprovechan la visibilidad que ofrece la cabalgata para exigir un mundo mejor para los niños. Tal es el caso de Apaipa, una asociación para la inclusión de niños y jóvenes con diversidad funcional que, tras años de lucha, ha conseguido una carroza adaptada para que sus usuarios puedan participar en primera línea del desfile. «A los niños les encanta ser los protagonistas y hay una gran diferencia entre estar esperando a los Reyes en la calle a subirte a una carroza y tirar caramelos a tus vecinos y familiares», explica Rosario Benítez, responsable de la asociación.

«Nunca se nos había dado la ocasión de participar, pero hace cuatro años tuvimos la oportunidad. Poquito a poquito nos hemos ido metiendo y ahora ha dado sus frutos», comenta. En su opinión, gracias a la inclusión en eventos como la cabalgata, «conseguimos visibilizar que estamos allí, que nuestros chicos son los protagonistas y que pueden hacerlo igual que los demás».