Mil niños discapacitados llenaron Lourdes de alegría en la semana de Pascua - Alfa y Omega

Mil niños discapacitados llenaron Lourdes de alegría en la semana de Pascua

Cinco mil personas, entre ellos mil niños con discapacidad, llenan Lourdes en la semana de Pascua, la primera de la temporada alta del santuario. Peregrinan desde el Reino Unido desde hace casi 60 años, y la experiencia cambia la vida de niños y voluntarios. «Nunca podré agradecérselo lo suficiente», afirma la madre de uno de los niños

María Martínez López

Cada año, son ellos los que estrenan la temporada en Lourdes. Aunque el santuario está abierto todo el año, durante el invierno se suspenden muchos de los actos. Se retoman en Pascua, y ahí está cerca de un millar de niños del Reino Unido con discapacidad, listos para beneficiarse de las primicias. Son los protagonistas de la macro-peregrinación que organiza la Federación para la Peregrinación de Niños con Discapacidad (HCPT, por sus siglas en inglés), y en la que participan unos 150 grupos. A los niños les acompañan voluntarios, cuidadores, sacerdotes… en total, unas 5.000 personas que llenan casi todos los hoteles y que son fácilmente distinguibles porque cada miembro de cada uno de los grupos va perfectamente equipado con sudaderas de todos los colores imaginables.

«Amarillo, rosa, morado, azul, rojo, verde, naranja. Sudaderas, chaquetas y gorros de muchos colores. Una banda multicolor emerge de distintos hoteles, juntándose y fluyendo en la misma dirección. Es Pascua, y la peregrinación de la HCPT ha llegado. Todos los grupos gravitan hacia la Gruta. La Gruta es la razón de que todos nosotros hayamos viajado desde nuestros diversos hogares. La Gruta de Lourdes es el lugar donde María la Madre de Jesús vino a visitar y a hablar con una niña muy especial. Fue el comienzo de una maravillosa relación entre una niña empobrecida y enfermiza y la misma Madre de Jesús», escribe el padre Perry Gildea, uno de los capellanes de la peregrinación, en la reflexión diaria que compartía a través de la página de Facebook de la peregrinación.

De médico a oblato cisterciense

HCPT fue fundada en 1956 por Michael Strode, un médico converso al catolicismo que, dos años antes, había llevado a cuatro niños discapacitados a Lourdes. El doctor Strode participó en las peregrinaciones casi cada año, hasta que en 1991 ingresó como oblato en la comunidad cisterciense de la Isla Caldey. Cuando la peregrinación comenzó a tener éxito y un grupo de adultos pidió poder vivir una experiencia similar, se creó cerca de Lourdes la Casa Hosanna, que acoge cada año a 1.500 personas de todas las edades. En verano se organiza una peregrinación similar a la de Pascua para adultos.

La peregrinación está pensada para ser una experiencia inolvidable para los niños, no sólo desde el punto de vista religioso. Además de la Misa de Pascua, los jóvenes peregrinos de HCPT participan en la procesión de las antorchas y en la Misa conjunta del Jueves de Pascua, toda una fiesta llena de música y alegría. Se bañan en las piscinas, visitan la Gruta tantas veces como quieren, preparan preciosos cirios gigantes para ofrecerle a la Virgen… Además, los grupos visitan la casa de santa Bernadette, el Cachot donde vivía durante las apariciones, los muchos museos de la ciudad. Celebran festivales y fiestas de disfraces, y hacen excursiones a sitios tan atractivos para los niños como la estación de esquí de Gavarnie, las playas de San Juan de Luz o de Biarritz, o algún parque zoológico local.

La alegría que nace de una cueva

El resultado es una experiencia inolvidable, como comparte Fiona, madre de un niño que participó en la peregrinación gracias a una beca: «Hace cinco días que mi hijo volvió a casa y todavía sonríe y me cuenta todas las historias maravillosas de esta estupenda experiencia. También está conmovido más allá de las palabras por cuánto amor y cuidado ha recibido durante su semana en Lourdes. ¡Ha vuelto a casa más independiente y confiado que nunca! Ver que todavía hay gente tan estupenda, cariñosa y maravillosa en este mundo a veces tan egoísta es muy inspirador. Nunca llegarán a darse cuenta de lo que hacen o significan para niños como mi hijo, y también para los padres. Nunca podré agradecérselo lo suficiente, y siempre se me llenan los ojos de lágrimas cuando pienso y los veo con mi chico».

Los niños no son los únicos a los que la peregrinación les cambia la vida. Para Annable, una joven voluntaria, «mi estancia en Lourdes ha sido la mejor semana de mi vida. Mientras estaba allí, todas mis preocupaciones se esfumaron. Saber que era parte de algo especial y contribuir a ello haciendo que nuestros niños se lo pasaran fenomenal no tiene precio».

Pero, al final, la alegría brota del mensaje que transmiten dos cuevas: el sepulcro vacío, y la Gruta donde la Virgen transmitió a Bernadette el mensaje del apasionado amor de Dios por los hombres. «Cuando se corrió la noticia de las apariciones a Bernadette –contaba el padre Gildea en sus meditaciones–, cada vez más gente venía a verla rezar y, con frecuencia, hablar con su visión. Les impresionaba su actitud y su obvia alegría cuando hablaba con su señora. Los Apóstoles son llamados testigos. Habían vivido con Jesús y le habían visto después de la Resurrección. Tenían que propagar la Buena Noticia del misterio de la salvación. Es el misterio del apasionado amor de Dios por la familia humana. Bernadette también fue una testigo. Llevó el mensaje al párroco para que se construyera una iglesia y la gente rezara y viniera en procesión. Eso es lo que hacemos. Cada día hacemos una procesión a lo largo de la ciudad y hasta la Gruta».