Obispos de todo el mundo critican la ley israelí que da prioridad a los judíos - Alfa y Omega

Obispos de todo el mundo critican la ley israelí que da prioridad a los judíos

La Ley del Estado-Nación israelí «crea una base constitucional y legal para la discriminación contra las minorías, minando los ideales de igualdad, justicia y democracia» y convierte a los no judíos en huéspedes en el país. Lo denuncian los 15 obispos de la Coordinación de Tierra Santa, que ha visitado la región esta semana

María Martínez López
Foto: CNS

Un grupo de obispos de todo el mundo ha mostrado su apoyo esta semana a los cristianos que viven en Israel y a todos los demás habitantes de este país que se enfrentan a la discriminación, y se ha hecho eco de su petición de que se proteja el pluralismo del país.

Han sido, en concreto, 14 obispos católicos de distintos países que, junto a otro perteneciente a la Iglesia de Inglaterra, forman la Coordinación por Tierra Santa que desde el día 13 de enero han realizado su visita anual a la región.

El objetivo del viaje esta vez era conocer la realidad y mostrar el apoyo de toda la Iglesia a los cristianos que viven en Israel, ya sean ciudadanos árabes o inmigrantes de la Europa del Este, Asia o África. Estos cristianos «desean vivir como ciudadanos plenos, con sus derechos reconocidos en una sociedad plural y democrática».

Pero, por el contrario, «se encuentran sistemáticamente discriminados y marginados», al igual que «otros árabes palestinos e inmigrantes». Los obispos han denunciado en particular que la Ley del Estado-nación de Israel «crea una base constitucional y legal para la discriminación contra las minorías, minando los ideales de igualdad, justicia y democracia».

Los judíos «por encima» de los demás

En esta crítica, los obispos se hacen eco de las denuncias de los líderes cristianos de Israel sobre este texto legislativo, que define al país como el Estado-nación del pueblo judío. En su declaración del 31 de octubre, los cabezas de las diversas ramas católicas presentes en Tierra Santa criticaron que la ley, que tiene categoría de enmienda a la constitución, «claramente expone los principios según los cuales los ciudadanos judíos deben ser privilegiados por encima de otros».

En la primera parte de la ley, aprobada por 62 votos a favor y 55 en contra en julio de 2018, se afirma que la tierra de Israel «es la patria histórica del pueblo judío» y el estado de Israel «es el hogar nacional del pueblo judío, en el cual consuma su derecho natural, cultural, religioso e histórico a la autodeterminación». Por ello, dicho pueblo «tiene un derecho singular a la autodeterminación dentro» de él.

Antes de su aprobación, el presidente del Comité que la elaboró, Amir Ohana, afirmó que «todo el mundo tiene derechos humanos, pero los derechos nacionales en Israel pertenecen solo a los judíos». Incluso importantes grupos judíos como el Comité Judío Americano han criticado la ley.

Dentro de las críticas concretas de la Iglesia, está el desprecio al árabe, que pasa de ser un idioma oficial a un idioma con un «estatus especial». También preocupa el «compromiso para trabajar en el desarrollo del asentamiento judío en el país» como «un valor nacional», «sin mencionar el desarrollo del país para el resto de sus habitantes», según manifestó en su día el Patriarcado Latino de Jerusalén.

La polémica ley es fruto de la coalición de derechas encabezada por Benjamín Netanyahu. Después de la radicalización que esta alianza ha supuesto en el Gobierno israelí, sin embargo, los partidos que la forman se han visto obligados a disolverla y adelantar a abril las elecciones previstas para noviembre de este año. El motivo fueron las diferencias entre sus miembros: mientras el partido Yesh Atid quería aumentar el reclutamiento para el servicio militar obligatorio entre los judíos ultraortodoxos, que rechazan esta obligación y también estaban representados en el Gobierno.

Huéspedes

Durante su visita, los obispos –entre los cuales no estaba un miembro habitual, el español monseñor Joan Enric Vives, de Urgell– tuvieron ocasión de visitar diversas obras sociales de la Iglesia. Eso les permitió subrayan en su declaración final que los cristianos «hacen una contribución vital, especialmente por medio de colegios, hospitales, implicación en la vida pública e intentos de construir puentes entre distintas religiones». Pero esta gran obra podría verse obstaculizada también por la nueva ley.

El obispo castrense de Estados Unidos, monseñor Timothy Broglio, afirmó en declaraciones a Crux que «los cristianos ciertamente son libres para practicar su fe, pero viven en una situación en la que son huéspedes en un estado judío. Dicen con frecuencia que Israel se encamina hacia el apartheid». El obispo mostraba también su esperanza de que su país, el principal aliado de Israel, pudiera jugar un papel en revertir esta situación.

«Hay ciudadanos israelíes de muchos orígenes distintos que conviven y trabajan juntos para el bien común de su sociedad. Reconocemos –subraya la declaración de la Coordinación de Tierra Santa– que Israel se fundó sobre los principios declarados de igualdad entre todos sus ciudadanos. Esto necesita urgentemente convertirse en la realidad vivida».

Aumenta «la miseria de la ocupación»

Los obispos del grupo denuncian también que desde el año pasado «la miseria de la ocupación» de los territorios palestinos «se ha visto agravada por serios cortes en la fundación de la ayuda humanitaria por parte del Gobierno de Estados Unidos». Servicios básicos como la educación y la atención sanitaria «se ven crecientemente amenazados», lo que «exacerba las violaciones de sus derechos humanos que siguen en curso».

Por este motivo, los obispos lanzan una petición a todos los gobiernos para que aumenten la financiación de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo y redoblen sus esfuerzos para alcanzar una solución diplomática de dos estados soberanos que coexistan en paz.