Tarjeta roja a Brasil - Alfa y Omega

Tarjeta roja a Brasil

Los obispos brasileños han denunciado la utilización abusiva de fondos públicos para poner en marcha el Mundial, y el desalojo de familias y personas sin recursos de los alrededores de los estadios. La Iglesia también trabaja en una campaña contra la explotación sexual de cara al evento deportivo. Y el Papa ha enviado un mensaje contra el racismo que leerá hoy un jugador del equipo anfitrión

Cristina Sánchez Aguilar
Manifestantes en Sao Paulo

La Iglesia católica en Brasil ha sacado tarjeta roja a los organizadores del Mundial de Brasil, entre otras cosas, por haber utilizado fondos públicos para poner en marcha el evento deportivo, «en lugar de gastarlo en mejorar la salud, la educación, el saneamiento básico, el transporte y la seguridad». El texto, que ya se puede encontrar en las parroquias, critica además el desalojo y traslado de las personas sin recursos que viven en las cercanías de los estadios.

Estos mensajes se puede leer en un folleto publicado por la Comisión de Pastoral de Turismo de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil. «Lo que se ha invertido en la construcción de estadios es absurdo. Algo que va a ocurrir igual en las Olimpiadas», ha explicado el Presidente de dicha Comisión, monseñor Anuar Battisti. El periodista sueco Mikkel Keldorf acaba de publicar un documental en el que visibiliza esta denuncia de la Iglesia. Keldorf, que viajó hasta Fortaleza para ver la preparación del Mundial, denuncia que esta ciudad -que acogerá 6 partidos- se ha gastado más de 110 millones de euros en la reconstrucción del estadio. Una cantidad semejante a la que el Estado ha invertido en escuelas públicas en los últimos cuatro años.

También la Iglesia en Alemania ha alzado su voz ante la celebración del Mundial. Junto con los obispos brasileños, ha puesto en marcha la campaña Steilpass, en la que piden diez reglas para un juego limpio y justicia para todos. Entre otras, hay peticiones como «la necesidad de crear un trabajo decente para todos», el «acceso a una educación pública», o «combatir la corrupción».

Soldados custodian el estadio de Brasilia

Contra la explotación sexual y el racismo

La Unión Internacional de Superioras Generales puso en marcha, a mediados de mayo, la campaña Jogue a favor da vida, contra la explotación sexual, porque lo que es la fiesta del deporte para muchos, «puede llegar a ser una vergüenza terrible para la Humanidad», como señaló la Hermana Carmen Sammut durante la presentación de la campaña en Roma. «La prevención de este tipo de trata implica la reducción de esta demanda de servicios sexuales», añadía la religiosa. Por eso, es fundamental el trabajo de sensibilización de la opinión pública, que la red internacional de religiosas contra la trata Talitha Kum ha materializado en este proyecto.

También el Papa Francisco participa en el Mundial de Brasil. Pero lo hace desde Roma, con un texto contra el racismo que será leído hoy, durante la inauguración, por un jugador del equipo anfitrión. El motivo es que la Presidenta Rousseff ha pedido a los líderes religiosos que envíen mensajes después de varios incidentes racistas, «que pueden manchar la imagen del fútbol en Brasil», como ella misma indicó. El problema racista en el fútbol no es exclusivo de Brasil. En los últimos meses, la campaña de la FIFA #SayNoToRacism ha copado los titulares, sobre todo después de que un aficionado del Villarreal tirase un plátano al jugador brasileño del F. C. Barcelona Dani Alves.