Migueli: «Mi música toma fuerza al acompañar a jóvenes que están perdidos» - Alfa y Omega

Migueli: «Mi música toma fuerza al acompañar a jóvenes que están perdidos»

Migueli, el cantautor cristiano más gamberro, comienza el sábado 23 la gira para presentar su nuevo disco; Migueli en Libertad 8. El álbum, grabado en un uno de los locales más emblemáticos de la canción de autor, repasa sus mejores éxitos

Rodrigo Moreno Quicios

¿Cómo has elegido las canciones para este último disco? Tienes un porrón.
Sí, ¡tengo muchísimas! Esta es una selección de algunas que más quiere la gente, como No nos convencerán, que fue un exitazo en su día. Después, algunas a las que les tengo más cariño como «A veces se me olvida» o Tengo un tupper lleno de lágrimas. Tienen su historia y las he recuperado un directo con la complicidad de la gente, así cogen mucha vida. También hay alguna novedad como Cojan de mí lo que quieran o la de Trayectoria musical, que las hago para el acompañamiento de la enfermedad, el dolor y los paliativos. Es de unas cosillas raras en las que estoy metido que le dan sentido a mi música y que quiero apoyar; la búsqueda de la gente.

A ti siempre te ha gustado hacer cosas raras, ¿no?
Siempre me han llamado para cosas raras porque me saben disponible. Y mi música nace como la de cualquier músico, pero toma fuerza al acompañar a chavales que están muy perdidos, muy tristes, muy afectados por la droga o en la cárcel. Hay una dimensión muy intensa de acompañar, de dar respuestas, de animar de compartir, de hacernos las mismas preguntas. De ahí viene mi música. Generan, gracias a Dios, un circuito enorme de gente que me viene a escuchar y otro de cosas benditamente raras.

Si la mayoría de las canciones ya las conocíamos, ¿por qué te has animado a sacarlo?
Debía un concierto en el Libertad 8. Es el sitio más importante de España de cantautores. Debía un concierto en directo con las cosas de las que hablo, el humor y la gente ahí cantando. La acogida está siendo bestial. La gente está muy feliz de redescubrir canciones y volverlas a coger con unas ganas tremendas.

En el disco tienes colaboraciones de otros artistas. ¿Cómo ha sido trabajar con Carlos Chaouen y Marwan?
Son dos pesos pesados de la canción de autor. Somos de la gran familia de la canción de autor. Son amigos, más jóvenes que yo y seguidores míos. Son colegas y están muy identificados viviendo lo mismo: el afán por decirle a la gente cosas bonitas y que sirvan. Son muy cariñosos, tenían muchas ganas e ilusión por participar en el disco y estar conmigo en el Libertad 8.

¿Pertenecéis a la movida de los cantautores?
La movida de los cantautores, en una mayoría, somos una familia. Gente que nos admiramos, nos queremos, nos apoyamos, nos tenemos una cercanía humana y una complicidad bonita. Desde ahí, yo me siento muy aceptado por el mundo de la música de toda la vida, aunque me consideran un poquito más raro que otros.

¿Cómo esperas que se dé la gira?
Van surgiendo un montón de cosas. Voy a presentar el disco por un montón de ciudades. Seguiré haciendo congresos de educación, de acompañamiento, de temas sociales y de cuidados paliativos. Muchísimas ciudades montan presentaciones y me están llamando de muchas. Quiero ir a América también a presentarlo porque allí me quieren mucho y quieren ver lo último que he hecho.

¿Cómo ves la situación de la Iglesia hoy en día?
Es un reto enorme. Hay que ser entusiastas a la vez que fieles y humildes. Hay que estar muy en contacto con la calle y lo que pasa. Hay que ser muy honesto con las cosas malas y reconocer lo que haya que reconocer. Y seguir con la vocación de acompañar a la gente que ha tenido más mala suerte en la vida. Esa es la gran misión: sacar a flote a los que están con posibilidad de ahogarse en este mundo a la carrera.

En No nos convencerán hablas del papel de las mujeres en la religión. ¿Es una asignatura pendiente?
Sí, ¡pero en todas! Me resulta curioso. Seguramente pase eso porque tradicionalmente las han llevado hombres. Se ha hecho una identificación de Dios, que nadie sabe cómo es, con un hombre. Cuando precisamente la capacidad que tenemos de percibirlo y sintonizar con él se parece más a la que tenemos con una madre.

Para cambiar las injusticias, qué necesitamos más: ¿milagros o milagritos?
Para esto nos hacen falta la cosas de cada día. Lo que llamo milagritos. Los esfuerzos de cada día. La honestidad de cada día. La denuncia de cada día de un montón de situaciones que se dan de injusticia, de cosas mal hechas incluso entre los nuestros. Hay que ser muy fiel y estar trabajando cada día por un mundo mejor. Hay que vivir de una manera trascendente, pero a la vez muy cerca del dolor. Es una cosa de cada día y, cuando la hacemos muchos días y mucha gente, salen milagritos.