Abusos: el Papa quiere «procesos impecables» - Alfa y Omega

Abusos: el Papa quiere «procesos impecables»

Francisco se lo dijo a los integrantes de la mesa directiva de la Conferencia del Episcopado Mexicano, a quienes recibió este viernes durante una audiencia privada en el Palacio Apostólico del Vaticano. De ello habla en esta entrevista el presidente del episcopado mexicano, Rogelio Cabrera, quien adelanta que los obispos de México están «en la total disposición de entregar toda la información» sobre abusos a la sociedad. «Es más, ni siquiera vamos a esperar que nos requieran»; «no hay en este punto ninguna reserva»

Andrés Beltramo Álvarez

Procesos eclesiásticos «impecables» contra los sacerdotes abusadores. Eso quiere el Papa. Se lo pidió, la mañana de este viernes, a los integrantes de la mesa directiva de la Conferencia del Episcopado Mexicano, a quienes recibió en audiencia privada en el Palacio Apostólico del Vaticano. En la conversación, de poco más de 30 minutos, se abordó el tema de los abusos, la situación social y política en México, los desafíos de la Iglesia en ese país.

La comitiva estuvo compuesta por Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey y presidente de la CEM; por Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Morelia y vicepresidente; el secretario Alfonso Miranda y el tesorero Ramón Castro Castro. Al final del encuentro y antes de despedirse, el grupo rezó a la Virgen de Guadalupe con el pontífice, quien envió una especial bendición para todo el pueblo mexicano. En entrevista con el Vatican Insider, Cabrera López ofreció detalles del encuentro.

¿Cómo fue la reunión?
Tocamos varios temas, el primero fue agradecerle este último encuentro de los presidentes de las conferencias episcopales para tratar el tema tan escabroso, tan complicado de los abusos a menores por parte de clérigos. Hablamos también de los trabajos de la CEM, le entregamos el plan pastoral hacia el año 2031-2033. Hablé sobre las tres emergencias de nuestra Iglesia: los migrantes, en el rostro nuevo de las caravanas; la emergencia de los jóvenes, en el cambio cultural y en la grave necesidad que tienen de conseguir empleo, de sentirse bien en su tierra y con los suyos, además de la emergencia de la formación sacerdotal. No queremos que nuestros seminaristas y sacerdotes no sean conscientes de la gravedad de la situación de los abusos.

¿Qué les pidió el Papa en esta materia?
Nos reiteró el núcleo de su mensaje final a la cumbre de los obispos: la conferencia episcopal debe verificar el cumplimiento de estas normas (contra los abusos), de frente a la Iglesia, a la sociedad, a las autoridades judiciales. También nos alentó a mirar hacia delante, a trabajar intensamente con los sacerdotes y a cumplir, porque hoy el pueblo nos pide cumplir nuestro deber.

¿Cómo responde la CEM en este campo?
Tenemos una agenda amplia, con el primer compromiso de rendir cuentas a la autoridad si hubiera casos que no han llegado a donde deben llegar, además de verificar la situación en nuestro país. Tenemos un proyecto extenso de trabajo no sólo con clérigos, sino también con todos aquellos que en la Iglesia tratan con menores: las escuelas, los internados, las religiosas. Además de conformar comisiones mixtas, sea a nivel nacional (que ya existe) y también en las diócesis.para atender este flagelo. Ese objetivo lo debemos cumplir en este año.

¿Qué avance se tiene en estas comisiones?
Las diócesis no todas han logrado establecer estos organismos, pero vamos a insistir en la consecución de este objetivo. Esto es para que todos tengamos el respaldo y actuemos bien, porque un obispo sólo no puede hacerse cargo de tareas de este tipo, necesita el respaldo de expertos, de hombres y de mujeres que nos ayuden a valorar las acciones que debemos tomar y las informaciones que debemos dar.

¿Ustedes están abiertos a una fiscalización de la sociedad civil u otros organismos a su labor en esta materia?
Es más, ni siquiera vamos a esperar que nos requieran, estamos en la total disposición de entregar toda la información que se nos pide. Estamos tomando la iniciativa de hacerlo, no hay en este punto ninguna reserva y la autoridad ya sabe que, en cualquier momento, puede pedir la información que necesite al obispo correspondiente, de los procesos que llevamos y de los retrasos que podamos tener en los datos.

Rogelio Cabrera, arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana, en una imagen de archivo junto al Papa

Antes de viajar a Roma dio públicamente la cifra de 152 sacerdotes separados del ministerio en México por abusos en los últimos años, ¿se darán a conocer los nombres?
La ley mexicana nos prohíbe dar nombres de víctimas y victimarios, lo que estamos es revisando la lista para entregarle a la sociedad el número y para que se conozca la gravedad del asunto en el país. Creo yo que en algunas semanas podremos tener el conteo preciso porque la cifra que di no era la definitiva, sino los casos en los cuales ha intervenido la autoridad eclesiástica porque fueron sacerdotes dimitidos del orden. Daremos una nueva precisión desde el año 2010 hasta la fecha.

¿Podrían ser más casos que esos 152?
Si, creo que pueden ser algunos más. Queremos ver, de estos casos, cuántos llegaron a los tribunales civiles y daríamos esa información también.

¿Quiénes tienen la competencia para dar a conocer los nombres de los abusadores?
Sólo la autoridad civil, o las víctimas y sus familiares. Sólo ellos pueden hacer pública una situación puntual. Cuando una persona se desespera porque no se le hace justicia entonces los casos saltan a los medios. Nosotros debemos llevar adelante procesos justos, correctos y puntuales, el Papa nos dijo que se deben hacer de manera impecable. Si no los hacemos bien, las personas tienen razón en saltar a los medios y manifestar su malestar.

¿Qué le dicen a los grupos y asociaciones de la sociedad civil en México que consideran insuficientes todas estas acciones o que son críticos con el actuar de ustedes?
También queremos dialogar con ellos, ya hemos comenzado a platicar con algunos líderes sobre esto y cuando lleguemos a México vamos a volver a conversar con ellos para oír su sentimiento. Ellos tienen la impresión de que no se hace mucho, pero ya dialogando y mostrándoles lo que estamos haciendo podrán tener una visión objetiva de lo que pasa. Por supuesto, ya nadie puede cambiar las cosas que se hicieron mal, un delito de esta naturaleza nunca deja a la persona como antes de que le pasara.

Con el Papa también hablaron de la realidad en México, ¿qué situaciones les preocupan más?
Lo que más nos preocupa es la situación de los migrantes, es un problema grave en México. Todavía no hemos tenido la oportunidad de hablar con las autoridades civiles de nuestro país, están arrancando, tienen agendas muy importantes y quizás no es oportuno todavía para ellos voltear a vernos a nosotros, pero estamos siempre en la disposición de dialogar sobre los problemas que tiene México.

¿Han sostenido alguna reunión para establecer algún vínculo?
No tenemos contacto con las autoridades, salvo el saludo protocolar, no hemos tenido diálogo ni con los responsables de las secretarías ni con el presidente, sí hemos tenido una comunicación con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, con quien hemos podido dialogar.

¿Ustedes ven algunos campos en los cuales se pueda colaborar con el gobierno?
Si, el tema de la violencia, la corrupción y los migrantes.

Andrés Beltramo Álvarez / Vatican Insider. Ciudad del Vaticano