«Con normas claras, los abusos disminuyen notablemente» - Alfa y Omega

«Con normas claras, los abusos disminuyen notablemente»

«Dolido» por la condena contra el cardenal Pell, el cardenal Rodríguez Maradiaga reivindica la actuación del Consejo de Cardenales contra los abusos sexuales

Ricardo Benjumea
El cardenal Rodríguez Maradiaga, durante su conferencia en el simposio por el 75 aniversario de la revista Vida Religiosa. Foto: Revista Vida Religiosa

¿Cómo ha sentado en el Consejo de Cardenales la condena por cinco delitos de abusos sexuales a menores impuesta al cardenal George Pell? «Nos ha dolido mucho, claro que las repercusiones son enormes», reconoce en entrevista con Alfa y Omega el coordinador del grupo, el salesiano Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa (Honduras), de visita el pasado fin de semana a Madrid para participar en el simposio por el 75 aniversario de la revista Vida Religiosa.

Su primera preocupación se refiere a «esa tierra tan bella de Australia, donde hay mucha erosión de la credibilidad» de la Iglesia», si bien acto seguido añade que «la Iglesia no termina con esta crisis» y que «las crisis son muchas veces ocasiones para una purificación y un mayor testimonio de coherencia evangélica».

El hasta ahora prefecto de Economía (oficialmente, su mandato de cinco años concluyó el 24 de febrero y no fue renovado por el Papa) no ha sido el único miembro del Consejo de Cardenales salpicado por los abusos. Francisco Errázuriz, de 85 años, está siendo investigado en Chile por encubrimiento. Ambos abandonaban el consejo en diciembre junto al congoleño Monswengo Pasinya, próximo a cumplir los 80, inmerso en el delicado proceso de diálogo político sobre el relevo del presidente Laurent-Désiré Kabila. El comunicado oficial vaticano se limitó a apuntar a «la avanzada edad de algunos miembros» del consejo. El C9 pasaba a ser C6.

«El cardenal Errazuriz fue miembro del consejo, y él expuso su punto de vista [sobre las acusaciones]. Muchas veces hay cosas que no se pueden decir en la prensa, pero yo creo que estamos en un camino ya de superación de estas dificultades», responde el cardenal Maradiaga con respecto a este otro caso.

Nuevas normas contra los abusos

La condena a George Pell se produjo recién clausurada la histórica cumbre a la que el Papa convocó a los presidentes de todos los episcopados del mundo para afrontar el problema de los abusos sexuales. Una cumbre –recalca Rodríguez Maradiaga– que «fue una sugerencia del Consejo de los Cardenales», después de que en prácticamente «todas las sesiones» de trabajo se estudiara un informe sobre «cómo iban las cosas» en esta materia preparado por el cardenal Sean O’Malley, arzobispo de Boston y presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores.

Hubo con anterioridad otras recomendaciones que adoptó el Papa. «Se creó [en 2015] una sección especial en la Congregación de la Doctrina de la Fe», añade Maradiaga. «Y se modificaron muchas de las normas antiguamente vigentes», sustituyéndolas por otras «mucho más exigentes», prosigue, aludiendo particularmente al motu proprio del Papa Como una madre amorosa, de 2016.

En lo que respecta a la cumbre de febrero, asegura, «se hizo esta sugerencia porque las tensiones, especialmente en los países de habla inglesa –en Gran Bretaña, en los Estados Unidos, en Australia– y en Alemania se habían hecho muy fuertes. El Santo Padre entonces dijo: “Sí, vamos a hacer una reunión de todos los presidentes de las conferencias episcopales”».

Toca ahora aplicar esta las normas que salgan de esta cumbre «especialmente para prevenir. Ya tristemente lo que ocurrió, ocurrió, pero ahora nos toca evitar que ese tipo de cosas se repitan en el futuro».

Con la generalización de la aplicación de unos protocolos claros, a su juicio, se lograrán importantes avances en la lucha contra los abusos. Hoy de hecho la mayoría de los casos que han saltado a la opinión pública «se remontan a 20 o 30 años, porque eran otras las circunstancias también de la formación sacerdotal». Al empezarse a aplicar normas en un lugar, «los picos de abuso han disminuido desde entonces notablemente».

«La nueva constitución será aire fresco para renovar la Curia»

Al igual que esas nuevas normas contra los abusos, el nuevo organigrama de la Curia vaticana está a punto de ver la luz, con la constitución –es el nombre provisional– Praedicate Evangelium. «Será una constitución nueva y renovadora», pero «así, cosas extraordinarias, no las esperemos», adelanta el cardenal Maradiaga. No habrá, en otras palabras, sorpresas de última hora, más allá de las reorganizaciones de dicasterios ya ejecutadas o la creación de nuevos organismos como las secretarías de Economía y de Medios de Comunicación, además de una nueva sección en la Secretaría de Estado «para poder darle un mayor énfasis a la dimensión apostólica en las nunciaturas», una novedad que se introdujo «por sugerencia del Papa».

En términos generales, se trata de imprimir en las estructuras vaticanas de forma más clara «la eclesiología del Concilio». El Vaticano II –añade el coordinador del C6– ha sido «la gran reforma de la Iglesia. Y es un concilio que todavía falta por ser conocido y asimilado». La nueva constitución «creemos que será como un aire fresco para renovar la Curia, pero no debemos olvidar que la renovación no se hace con documentos sino con personas», concluye.