La familia anima la sociedad

La vida de la familia y la educación de los hijos no es algo que sólo afecte a lo que ocurre dentro del hogar. Al contrario: la familia es el motor de la sociedad, y los valores que en ella se viven y se transmiten marcan qué tipo de sociedad se va a construir. Una sociedad que será mejor o peor, más afín o más alejada del Reino de Dios, más constructiva o más destructiva de la persona. La familia es la primera escuela de los afectos, donde el mal puede ser afrontado y superado; es la semilla de la que nacerán otras familias. En la familia se educa a decir gracias y por favor, a ser generosos y a estar disponibles, a estar atentos a las necesidades de los demás. Promover las virtudes personales en la familia es el primer e indispensable paso para educar en las virtudes sociales. Pero, ¿qué valores vive y transmite mi familia? ¿Qué aprenden mis hijos de mi forma de vida? ¿Qué relaciones sociales mantiene con amigos, vecinos, necesitados…?

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