Es bueno que tú existas - Alfa y Omega

Es bueno que tú existas

Redacción

«Cuanto más se subraya abstractamente el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo», más se desentiende la sociedad de sus problemas concretos. Así lo afirma el manifiesto Es bueno que tú existas, que presentó el pasado jueves el movimiento Comunión y Liberación en Madrid, y que esta tarde volverá a presentar en Barcelona, a las 20 horas, en el Hotel HC Diagonal Centro. Intervendrá nuevamente el Presidente del Foro Español de la Familia, don Benigno Blanco. El periodista de COPE don Fernando de Haro, moderador del acto en Madrid, le presentó como el hombre que «ha modificado genéticamente el movimiento provida», construyendo «una presencia no reactiva, sino creativa». Mucho ha tenido que ver su propia experiencia. «Él empezó a dedicarse a esto porque iba un día en coche, una mujer le pidió que le llevara en auto stop, y esa chica iba a abortar. Benigno se hizo su amigo y de ahí surgió esta historia en gran medida». Tanto el Foro como RedMadre (de la que el Foro es miembro de referencia) ofrecen soluciones a los problemas de las embarazadas, a diferencia de tantos juicios ideológicos que surgen «de un despacho».

El manifiesto pide ayudar más a esas mujeres, a veces en situaciones muy duras. Entre sus necesidades, se encuentra el sentirse amadas. El texto arranca con las preguntas: «¿Podré ser feliz con un hijo inesperado? ¿Puedo rehacer mi vida con un hijo que no he deseado?» La respuesta depende de un factor decisivo: «Necesitamos encontrar un amor incondicional, el amor de alguien que abrace nuestra vida con todas sus preguntas y dificultades». Si, «desde hace 2000 años, la experiencia cristiana ha ayudado a abrir los ojos al mundo para reconocer el valor de la persona y fomentar su defensa», hoy, «los cristianos tenemos una nueva responsabilidad histórica, marcada por el abrazo a todas las necesidades de nuestros hermanos: a la mujer embarazada, a las personas que no tienen qué comer, a los niños sin familia, a los inmigrantes, a los parados, a los enfermos y a tantas personas que a nuestro lado viven tristes, sin encontrar sentido a la vida». En definitiva, nuestra existencia debe ser «un abrazo incondicional a todas las personas…, para decirles: Es bueno que tú existas».