La Iglesia «respeta» la poca implicación de los ortodoxos búlgaros en la visita del Papa - Alfa y Omega

La Iglesia «respeta» la poca implicación de los ortodoxos búlgaros en la visita del Papa

La Iglesia ortodoxa búlgara no participa en el diálogo teológico entre católicos y ortodoxos, y ha rechazado compartir momentos de oración con el Papa durante su visita al país. El portavoz de los obispos católicos respeta esta decisión, y valora mucho «la voluntad del patriarca y de los miembros del Santo Sínodo de acoger y encontrarse con el Papa en el aula sinodal», aunque no se trate de un acto litúrgico

María Martínez López
Foto: AFP/Dimitar Dilkoff

Después del histórico encuentro entre Francisco y el Patriarca de Moscú, Cirilo, en febrero de 2012, y a la vista también de las buenas relaciones entre los últimos papas y el Patriarca de Constantinopla, Bartolomé, los encuentros ecuménicos de la visita del Papa a partir del domingo a Bulgaria puede resultar desconcertante por lo poco compartido.

No se trata solo de que no vaya a haber grandes gestos. Aunque Francisco visitará el domingo la sede del Santo Sínodo, ni siquiera está prevista tampoco una oración conjunta, ni que los líderes de ambas iglesias aparezcan con ornamentos litúrgicos.

Así lo anunciaba en un comunicado, hace unas semanas, la Iglesia Ortodoxa Búlgara. Esta oración común, que se ha repetido con casi todas las iglesias ortodoxas, es contraria a los cánones, según el texto. La jerarquía ortodoxa se ponía, además, en segundo plano de la visita, asegurando que la invitación al Papa había partido solo de las autoridades civiles.

La búlgara es, probablemente, una de las iglesias ortodoxas más recelosas no solo del ecumenismo, sino también de las meras relaciones intraortodoxas. Además de no participar en la Comisión Mixta Internacional para el Diálogo Teológico entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa, en 2016 se negó a participar en el sínodo panortodoxo organizado en Creta. Esta decisión, que tomaron también las iglesias ortodoxas de Antioquía y Georgia, adquirió mucha más relevancia cuando el Patriarcado de Moscú, el más importante en cuanto a número de fieles, decidió seguir su ejemplo.

Buenas relaciones en lo personal

Desde la Iglesia católica en Bulgaria, sin embargo, se quiere quitar importancia a estos obstáculos. Iva Mihailova, portavoz de los obispos, subraya que las relaciones tanto bilaterales como en el seno del Consejo Nacional de las Confesiones Religiosas son «muy buenas». En el caso del presidente de los obispos, monseñor Christo Proykov, y del patriarca ortodoxo, Neofit, llega incluso a «una amistad que data de hace mucho, cuando los dos eran todavía sacerdotes».

En las relaciones y encuentros personales, así como en los intercambios oficiales, no hay problemas. Mihailova recuerda que el prior del monasterio ortodoxo de Rila participó como observador en el Vaticano II y, décadas después, acogió «muy calurosamente» a san Juan Pablo II cuando este visitó el monasterio, dentro de su viaje apostólico a Bulgaria en 2002. Le dijo: «Los hombres construyeron los muros de la división en la Iglesia cristiana y los hombres los destruirán». También un representante de la Iglesia ortodoxa visita cada año al Papa, dentro de la delegación estatal a la que el Pontífice recibe en la fiesta de los santos Cirilo y Metodio.

Sin embargo, el portavoz admite tácitamente que la cordialidad personal no es capaz de superar de momento las diferencias eclesiológicas. Ni lo pretende. «Desde la Nunciatura –aclara– nunca se ha pedido a la Iglesia ortodoxa participar en una función litúrgica común» en esta visita, explica Iva Mihailova, portavoz de los obispos. «Respetamos su decisión, como respetamos la de no participar en el Sínodo Panortodoxo de Creta», en el año 2016.

«El patriarca está conmovido»

Aunque no vaya a producirse una celebración conjunta de ningún tipo –continúa el portavoz– «los obispos aprecian mucho la voluntad del patriarca y de los miembros del Santo Sínodo de acoger y encontrarse con el Papa en el aula sinodal» el domingo. «Según nos han contado fuentes internas, el patriarca está muy conmovido por este encuentro». Subraya además que, aunque el grado de participación de la Iglesia ortodoxa en el encuentro –no oración– por la paz del lunes está sin concretar, esta confesión sí ha designado a un niño para participar en ella, como han hecho las demás.

«El ecumenismo es un fruto del Espíritu Santo que tiene sus tiempos –explica Mihailova–. Cada confesión tiene su particularidad, cada país y cada Iglesia situaciones particulares de las que se derivan sus decisiones. Nosotros debemos respetarlo sin sacar grandes conclusiones», pues este «es solo un aspecto de la visita del Santo Padre a Bulgaria».