Luis Argüello: «Los españoles gritamos mucho y necesitamos dialogar» - Alfa y Omega

Luis Argüello: «Los españoles gritamos mucho y necesitamos dialogar»

En España sobran voces altisonantes y falta «diálogo». Al valorar el resultado de las elecciones generales, el secretario general de la Conferencia Episcopal se ha referido al conflicto catalán y ha pedido a unos y otros «un esfuerzo» por entender lo que los otros sienten. El diálogo, eso sí, debe darse en el marco de «la legalidad constitucional»

Ricardo Benjumea

«El resultado electoral se ve siempre con respeto». «Ha habido católicos que han votado a unos a otros, que no han votado o que han votado en blanco. Hay que respetar la decisión de cada uno».

Así ha recibido el secretario general de la Conferencia Episcopal (CEE), Luis Argüello, el resultado de las urnas del 28 de abril, entrevistado en La Tarde, de Cope. Más allá de la felicitación protocolaria del cardenal Blázquez al presidente Sánchez, se trata de la primera valoración «oficial» del episcopado sobre el resultado de las elecciones.

Argüello, también auxiliar de Valladolid, ha hablado de asuntos que preocupan especialmente a la Iglesia, como la educación a la política migratoria. Con respecto al primer tema, donde hay divergencias con respecto a las propuestas del Partido Socialista, ha subrayado que la CEE tiene «algunas propuestas que hacer». A los obispos, sin embargo, no les preocupa «solo la asignatura de religión y la escuela concertada», «sino el sistema educativo en su conjunto». Sin mencionar explícitamente el pacto educativo, fracasado en la última legislatura, Luis Argüello ha pedido una educación «que de verdad ayude a formar personas y que asuma el desafío tan grande de un mundo en cambio, en el que hacen falta también instrumentos que tengan que ver con lo fundante de la condición humana, con la capacidad de apertura a la verdad y al bien».

En relación a la política migratoria, el secretario general ha criticado que se ponga exclusivamente el acento en la protección de las fronteras. «No puede ser que a lo único que se le pongan muros sea a las personas, cuando en nuestra propia tierra es tan importante acoger al que viene», ha dicho.

Argüello ha comentado además un caso que ha conocido de cerca en un pueblo sin especificar, en el que los únicos cinco niños que encontró en la plaza eran hijos de inmigrantes. «Hablamos mucho de la España vacía. En Europa se habla de invierno demográfico», sin tener muchas veces en cuenta de que los migrantes ayudan a rejuvenecer la población.

Diálogo sobre Catañuña

Sobre Cataluña, donde el 39 % de los votantes han optado por partidos independentistas, Argüello ha matizado que, al mismo tiempo, «Hay un porcentaje muy alto de catalanes que no han votado a independentistas». «Ahí está el problema, ¿cómo favorecer el diálogo?», ha añadido. «Es necesario asumir un marco para que sea posible el diálogo. Y ese marco supone un respeto de la legalidad constitucional».

Para afrontar el contencioso entre el Estado central y el gobierno autonómico, a su juicio, hace falta diálogo y escucha. «Hace falta capacidad de escucha. Los que no somos catalanes tenemos que hacer un esfuerzo por entender lo que tantos catalanes sienten. Y seguramente muchos catalanes tendrán que hacer un esfuerzo por no confundir el sentimiento. La capacidad de escucharnos los unos a los otros, debería hacer lo posible por propiciar la cultura del encuentro y que respetase el marco común de referencia».

En general, ante los distintos problemas que vive la sociedad en España, Luis Argüello cree que «nos pasa que a veces tenemos demasiada prisa. Y queremos que las cosas que pensamos se realicen y que sirvan para dominar un espacio. Hay que confiar en que es preciso hacer itinerarios compartidos o procesos. Suele decirse que los españoles gritamos mucho. Hay un punto cero del diálogo, que es la escucha. Hace falta capacidad de escuchar. Y un punto siguiente es ponerse de acuerdo en la gramática, en los códigos. Hay unos mínimos acuerdos sin los cuales el diálogo no es posible».

Los abusos en la Iglesia, un problema «enorme»

Junto a estas consideraciones, Argüello ha abogado por una mayor participación en la vida pública de los católicos, con «laicos que vivan la caridad política, que sean testigos en medio de la polis».

Otra de las preguntas se refirió a la crisis de los abusos sexuales cometidos por clérigos. El secretario general y portavoz de los obispos reconoció que este problema es «enorme», y dijo que «no tenemos derecho a justificar la gravedad cualitativa en los números menguados de lo cuantitativo». Y achacó este problema a «una vida mediocre».