Libertad para hablar, aunque escueza - Alfa y Omega

Libertad para hablar, aunque escueza

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Foto: REUTERS/Vatican Media

A pocos días de las elecciones europeas, la Santa Sede no ha tenido problema en entrar en polémicas con el viceprimer ministro, Matteo Salvini, cuyo partido, La Liga, lidera holgadamente las encuestas en Italia y podría convertirse en la segunda fuerza en la Eurocámara, solo detrás de la CDU alemana. Las tensiones alcanzaron su punto máximo después del sorprendente gesto del limosnero del Papa, el cardenal Konrad Krajewsk, que por su cuenta reactivó la electricidad en un edificio ocupado en Roma por unas 450 personas, entre familias de migrantes y personas sin techo. Días antes, el propio Francisco recibió en la basílica de San Juan de Letrán a una familia gitana y musulmana procedente de Bosnia, que había sido acosada por la ultraderecha, no sin lanzar una condena muy dura contra la xenofobia que ve crecer peligrosamente en el continente. Es exactamente la misma contundencia con la que la Iglesia se ha pronunciado siempre contra el aborto o en defensa de la familia, pero que a muchos sorprende oír cuando se trata de otros temas que igualmente afectan a derechos fundamentales.