Silencio del Vaticano mientras estudia su respuesta al Ejecutivo - Alfa y Omega

Silencio del Vaticano mientras estudia su respuesta al Ejecutivo

La experimentada diplomacia vaticana hace gala de prudencia y la pone en práctica tomándose el tiempo necesario para encontrar respuestas que resuelvan los problemas y no creen nuevas fisuras. Por eso, durante este lunes no respondió a la anunciada queja formal del gobierno a las declaraciones del nuncio del Papa en Madrid, el arzobispo Renzo Fratini

Javier Martínez-Brocal
Foto: REUTERS/Ahmed Jadallah

La Santa Sede no confirmó si efectivamente ha recibido la «queja formal», y su portavoz, Alessandro Gisotti, aseguró que apenas haya reacción oficial del Vaticano, se dará a conocer.

El primer día de julio en el Vaticano coincidió con el inicio de vacaciones para el Papa y una parte de sus colaboradores, lo que seguramente frena aún más los tiempos.

En ambientes vaticanos recuerdan que, en cualquier caso, las declaraciones personales del nuncio Fratini no modifican la posición oficial de la Santa Sede sobre la exhumación de Franco. A lo largo de los últimos meses, la Santa Sede ha evitado intervenir directamente al respecto, a pesar de las presiones de unos y otros para que lo hiciera, y tampoco lo hará ahora.

«En cumplimiento del principio de no intervención en asuntos que pertenecen esencialmente a la competencia interna de otro Estado, la Santa Sede no quiere intervenir en una cuestión que está sujeta a la jurisdicción española», escribió el pasado mes de febrero, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, a la vicepresidenta Carmen Calvo.

En aquel entonces, el Tribunal Supremo estaba ya estudiando el recurso de la familia de Franco para suspender la decisión del Consejo de Ministros de proceder a la exhumación.

El cardenal Parolin también se reunió con Carmen Calvo meses antes, el 29 de octubre de 2018. Tras el encuentro, el Vaticano explicó que el Secretario de Estado «no se opone a la exhumación de Francisco Franco, si así lo han decidido las autoridades competentes, pero en ningún momento se pronunció sobre el lugar de la inhumación».

«Es cierto que la señora Carmen Calvo expresó su preocupación por la posible sepultura en la catedral de la Almudena y su deseo de explorar otras alternativas, también a través del diálogo con la familia. Al cardenal Secretario de Estado le pareció oportuna esta solución», detalló el portavoz de la Santa Sede en un ejercicio de equidistancia pontificia.

Además, Parolin también recordó a la comunidad benedictina que custodia el Valle de los Caídos su «deber cívico de observar plenamente el ordenamiento y de respetar a las autoridades civiles».

En medio de esta tormenta, el nuncio Renzo Fratini está haciendo las maletas de la nunciatura en el Paseo de la Habana para regresar a Italia, pues el pasado 22 de junio concluyó oficialmente su misión en Madrid. No tiene ningún nuevo destino asignado, pues el 25 de abril cumplió 75 años, la edad de jubilación en el Vaticano.

Ha sido embajador del Papa en España durante diez años. Antes, había representado a Juan Pablo II y Benedicto XVI en Pakistán, Indonesia, Timor Este y Nigeria.

Famoso por su discreción, seguramente no se esperaba marcharse con la impresión de haber provocado un polvorín. En algún lugar del mundo, otro experimentado nuncio sigue de cerca la polémica y valora las implicaciones de la reacción del gobierno español, mientras prepara las maletas para viajar a Madrid. En las próximas horas, el Vaticano dará a conocer su nombre.