El Vaticano y Rusia firman un acuerdo de colaboración entre hospitales pediátricos - Alfa y Omega

El Vaticano y Rusia firman un acuerdo de colaboración entre hospitales pediátricos

La reunión del Papa con el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, ya ha dado su primer fruto: la firma de un memorando de entendimiento sobre la colaboración entre el Hospital Bambino Gesù de y los hospitales pediátricos rusos

Redacción
Foto: CNS

El acuerdo ha sido firmado en Roma por monseñor Paolo Borgia, consejero de Asuntos Generales de la Secretaría de Estado de la Santa Sede, y por la ministra de Salud de la Federación Rusa, Veronika Skvortsova, en el Bambino Gesú romano. El acuerdo prevé el desarrollo de proyectos que involucrarán directamente al hospital italiano y los centros de salud de la Federación Rusa, y estarán relacionados con la asistencia médica y la investigación científica.

Durante el encuentro entre el Pontífice y el presidente Putin, de una hora de duración, se trataron cuestiones «relevantes para la vida de la Iglesia católica en Rusia», tal y como aseguraron desde la Oficina de Prensa de la Santa Sede. También conversaron sobre ecología y «temas de actualidad internacional, con especial referencia a Siria, Ucrania y Venezuela». Además, no se propuso ninguna invitación a Rusia ni se habló de una posible visita del Papa al país.

El encuentro del jueves es el tercero entre el Papa Francisco y el dirigente ruso, tras el del 25 de noviembre de 2013 y el del 10 de junio de 2015. Este último se dedicó principalmente al conflicto en Ucrania y a la situación en el Oriente Medio. Las dos partes resaltaron «la importancia de reconstruir un clima de diálogo y que todas las partes se comprometan a implementar los acuerdos de Minsk» y manifestaron su preocupación por «la grave situación humanitaria» en el este de Ucrania.

En 2013, las conversaciones giraron en torno a la «búsqueda de la paz» en Oriente Medio y a la «grave situación» en Siria, sobre la que el presidente Putin expresó su agradecimiento por la carta que el Santo Padre le dirigió en ocasión del G20 de San Petersburgo.