El secreto de la comunión - Alfa y Omega

El secreto de la comunión

Manuel María Bru Alonso

Aunque hablamos de una obra teológica de gran hondura, se trata de un libro cuya redacción clarividente lo hace comprensible a todos los lectores atraídos por una reflexión que, a la postre, responde a tres grandes preguntas del ser humano: quién es Dios, quién soy yo, y quiénes son los demás para Dios y para mí. La autora, Lourdes Grosso, misionera idente, es directora del Secretariado de la Comisión Episcopal de Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal Española, consultora de la Sagrada Congregación de la Santa Sede para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, y coordinadora de la Cátedra de Teología de la Vida Consagrada de la Universidad Eclesiástica San Dámaso. También forma parte de la Comisión Diocesana para la Comunión Eclesial del Arzobispado de Madrid.

Explicaba la autora en la presentación del libro que su contexto es la eclesiología de comunión, concepto central y fundamental en los documentos del Concilio. Para concebir las relaciones mutuas en la Iglesia-comunión, Grosso pone de relieve algunos aspectos filosóficos, teológicos y prácticos sobre el sentido, el significado y el alcance del documento actualmente en revisión por la Santa Sede, que conocemos como Mutuae relationes. Para ello la autora parte de la convicción de que la participación en la comunión trinitaria será la forma de las mutuae relationes, porque la referencia a la Santísima Trinidad, lejos de toda abstracción, nos sitúa en la realidad concreta de lo que somos: hijos del Padre, hermanos en Cristo por obra del Espíritu Santo. De este modo, las relaciones en la Iglesia serán a imagen de la Trinidad en la medida en que desarrollemos esta conciencia filial que es conciencia fraterna y vínculo de caridad. La vida consagrada contribuye eficazmente a mantener viva en la Iglesia la exigencia de la fraternidad como confesión de la Trinidad. Pero no solo los consagrados, sino todos los cristianos estamos llamados a vivir a imagen de la Trinidad. Es más, todos los hombres, aun sin acoger la revelación cristiana, creados a imagen del Dios trinitario, aspiran en su vida desde el fondo de su corazón a una comunión trinitaria.

La primera parte de libro analiza los elementos doctrinales de Mutuae relationes, donde queda bien claro que las relaciones entre personas en la Iglesia han de enmarcarse en la forma de relación que nos ha enseñado Cristo: el mandamiento del amor. En la segunda parte encontramos el marco doctrinal, donde se abordan las posiciones filosóficas, antropológicas, eclesiológicas y carismáticas que obstaculizan unas relaciones humanas que sean «participación en la comunión trinitaria». En la tercera parte nos asomamos a tres ámbitos de reflexión: metafísico, eclesiológico y pastoral. Aquí la autora presenta una fundamentación metafísica de la relación entre personas desde el modelo propuesto por el filósofo Fernando Rielo, dado que la «concepción genética del principio de relación» por él propuesta, nos ayuda a comprender la relacionalidad como forma de vivir la identidad (o singularidad) en la comunión, acudiendo a la relación de amor de las tres Personas Divinas como modelo de toda relación interpersonal. Por último, la autora nos explica cómo la relacionalidad se expresa en la eclesiología de comunión a través de la coesencialidad y la sinodalidad.

A imagen de la Trinidad. Para comprender las mutuae relationes
Autor:

Lourdes Grosso García

Editorial:

BAC