Volver a empezar - Alfa y Omega

Volver a empezar. Así decía un pegadizo eslogan, de hace ya algunos años, cuando al mes de agosto le quedaban pocos días y septiembre asomaba para poner fin a las vacaciones. Se terminaban el campamento, la playa, el pueblo, el calor, las siestas eternas, el pasar más tiempo con la familia, los libros que solo se leen en verano. Y volvía el cole, el trabajo, los madrugones, los atascos, las prisas, la normalidad.

En Sri Lanka también empezamos el tercer trimestre, ya que el año escolar comienza en enero y termina en diciembre. Y lo hacemos con ganas, ¡con muchísimas ganas! Los meses anteriores no han sido sencillos. Los atentados del domingo de Resurrección han sembrado muerte, miedo y desconfianza en el país. La paz, que tanto había costado construir después de casi 30 años de guerra civil, se ha visto de nuevo amenazada. Y la convivencia entre las distintas religiones, aún más.

Nuestra misión en Talawakelle, distante de Colombo, también se ha visto afectada por el atentado. Varias familias pertenecientes a nuestra parroquia y a otras adyacentes han perdido a sus seres queridos. Incluso dos de nuestros alumnos, C. Jerome (11 años) y Edwin (9 años) resultaron heridos en las explosiones. Gracias a Dios están bien, pero han tenido que pasar por quirófano varias veces para extraer los cristales incrustados en sus cuerpos. Los cirujanos aún no han podido extraer el miedo.

Me llena de esperanza ver que el papel de la Iglesia está siendo fundamental en la normalizaciónde la vida. La generosidad de organizaciones locales y extranjeras ha permitido la reconstrucción no solo de los templos de piedra, sobre todo, de los templos vivientes. Las familias afectadas están siendo acompañadas psicológica, espiritual y económicamente por laicos, religiosos y sacerdotes cualificados para esta labor. Y los obispos continúan defendiendo la convivencia pacífica y pidiendo a todos los líderes políticos una investigación justa, independiente e imparcial que arroje alguna luz sobre lo sucedido.

Este septiembre es una oportunidad única para volver a empezar. Es el tiempo propicio para la esperanza, para creer que Él puede hacerlo todo nuevo.