«El terremoto es puntual», la educación es eterna - Alfa y Omega

«El terremoto es puntual», la educación es eterna

En algunas aldeas de Nepal, las escuelas del padre escolapio José Alfaro son los únicos edificios que resisten a la oleada de terremotos. Son un símbolo del papel, pequeño pero clave, que juega la Iglesia en el país. Ahora, este misionero ayuda a la gente a reconstruir casas firmes, aunque –advierte– «un terremoto es algo puntual» frente al problema de la educación, «que es eterno»

María Martínez López
El padre Alfaro muestra un mapa con sus escuelas

«No tengo miedo a la muerte. Hace tiempo que entregué la vida al Señor, así que todo lo que vivo es regalado». Eso no implica que el padre José Alfaro no se asustara durante el terremoto del 25 de abril. Ese mismo día, tres horas después, iba a coger un autobús hacia Katmandú. Tenía que volar a España para renovar sus papeles y conseguir fondos para seguir construyendo escuelas. Al llegar a la capital, vio que «toda la gente estaba por las calles, lejos de los edificios, durmiendo como podían, buscando alimento».

Hay zonas mucho más afectadas. En una aldea del distrito de Sindhupalchowk en la que el misionero vivió un tiempo, «todas las casas se han venido abajo. Son las de los pobres, hechas con piedras y barro». Un tercio de los 8.000 muertos causados por el terremoto de hace unas semanas eran de este distrito al norte de Katmandú, golpeado de nuevo el pasado martes por otro seísmo. «Son los lugares más necesitados, y la gente se queja de que no está llegando la ayuda» del Gobierno. De hecho, a la aldea donde vivió el padre Alfaro ni siquiera había llegado Cáritas. Pero sí hay un sacerdote, «que ayuda en todo lo que puede».

El único edificio que aguantó fue su escuela, porque «las hago con ladrillos, con cemento, con hierro». Parece un símbolo del significado de la Iglesia en el país, aunque su presencia sea casi simbólica: 7.000 católicos entre 30 millones de habitantes. Hay cinco sacerdotes nepalíes, muchos misioneros indios, y el padre Alfaro, único «extranjero-extranjero». La Iglesia es eficaz a la hora de ayudar porque tiene a su gente siempre allí, repartida por todo el país, «y con una conciencia permanente de la necesidad de ayudar».

El padre Alfaro, delante de una de ellas. Foto: Ramón Álvarez/Manos Unidas

Ya cuesta conseguir donativos

José Alfaro llegó a España una semana después del seísmo, pero ya había pasado el primer impacto y le está costando conseguir donativos. «Los nepalíes son hermanos nuestros que necesitan ayuda siempre –insiste–. Durante mucho tiempo, el principal problema va a ser la vivienda». Réplicas tan fuertes como la del martes pueden agravarlo, derribando los edificios ya dañados. Esta perspectiva preocupa al misionero, que cuando vuelva quiere construir viviendas resistentes.

Eso sí –matiza–, «un terremoto es algo puntual» frente al problema de la educación, que «es eterno. Hay que llenar el mundo de escuelas». Sus 23 colegios están «donde no va nadie y hay más pobreza. Son decentes y lindos, pero sencillos», distintos de los grandes centros de los religiosos en las ciudades. «Puede ir todo el mundo. Sólo cobramos un poco, para que descubran que la educación es un bien». Son la avanzadilla desde la que quiere luchar contra la «esclavitud permanente» que supone el sistema de castas. «La gente lo tiene metido en la cabeza, incluso los cristianos y los mismos maestros. Por eso, busco gente que forme a los niños en ver a los demás como hermanos».

Otro obstáculo a su labor son las trabas burocráticas. Su visado sólo dura cinco meses, por lo que tiene que volver constantemente a la India. «Hasta para hacer las cosas buenas hay que sufrir inconvenientes. Pero nunca he sido tan feliz, porque hago lo que el Señor me pone en el corazón».

La ayuda de la Iglesia desde España

Cáritas Española ha aportado 300.000 euros al plan de emergencia de 2,6 millones elaborado por Cáritas Internacional. Para contribuir a este esfuerzo, se pueden hacer donaciones en el teléfono: 900 33 99 99.

Manos Unidas ha enviado ya 78.300 euros a varios de sus socios en el norte de la India, que se han desplazado al país himalayo. Son la plataforma Bangalore cares for Nepal, del claretiano George Kannanthanam, y la Organización Nacional de Salud Católica de India (CHAI).

Los salesianos de Nepal, a través del Equipo de Rescate Don Bosco, han repartido más de 60 toneladas de alimentos. Misiones Salesianas ha aportado ya 30.000 euros. La ONGD salesiana Jóvenes y desarrollo permite colaborar enviando un SMS con el texto JYD NEPAL al 28014.

La ONGD Entreculturas está enviando ayuda a través de la Compañía de Jesús en Nepal, que acoge a 200 familias en dos de sus campus y también está trabajando en los distritos más remotos. Para colaborar: Tel. 91 590 26 72.