El Papa decidió desde el principio crear un grupo de cardenales que le asesorara - Alfa y Omega

El Papa decidió desde el principio crear un grupo de cardenales que le asesorara

El 13 de abril, se anunció la creación de un grupo de cardenales para el estudio de la reforma de la curia romana y para asistir al Papa en el gobierno de la Iglesia, pero Francisco tenía la idea muy clara ya desde el primer momento. Ya el 17 de marzo, después de su primer ángelus, invitó a comer al cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga para pedirle que coordinara este grupo, cuyo primer encuentro se celebra del 1 al 3 de octubre

Ricardo Benjumea
Imagen del vídeo

«Me invitó a comer después del primer ángelus. Y me habló de esta comisión y que pidió que la coordinara. Lo tenía todo en su cabeza. Me dio también el nombre del futuro secretario de Estado». Así lo cuenta el cardenal Maradiaga en una entrevista a la televisión católica canadiense Salt and Light Television, conducida por Thomas Rosica, el sacerdote que, junto al español José María Gil Tamayo, asistió al padre Lombardi, director de la Oficina de Prensa vaticana, durante el último cónclave. «Va a ser un proceso largo», anuncia el arzobispo de Tegucigalpa y presidente de Caritas Internationalis. «Ahora estamos recogiendo sugerencias procedentes de todo el mundo. Es necesario un largo discernimiento. No se trata sólo de cambiar algunos párrafos de la constitución Pastor Bonus. El tiempo de esa constitución ha pasado. Tenemos que escribir algo diferente, y esto no va a llevar uno o dos meses. Habrá más encuentros» del grupo de cardenales.

Los ocho cardenales se presentan a su primer encuentro tras un intenso tiempo de «mucha oración, mucha reflexión y mucha lectura» de las propuestas. «Sólo con las de América Latina, el cardenal Errázuriz ha elaborado 80 páginas llenas de bonitas sugerencias». Pero «lo más bonito es que hay convergencia en muchas de las principales materias». Ahí se ve que «éste es un trabajo del Espíritu Santo, no nuestro». «Mi fe está creciendo en este Año de la fe», confiesa el cardenal.

El trabajo de los cardenales continuará tras la reforma de la curia, asistiendo al Papa en el gobierno de la Iglesia. La idea procede de los encuentros previos al Cónclave, cuenta el cardenal hondureño. «Hubo sugerencias de crear una comisión de cardenales de distintas partes del mundo con acceso directo al Papa, para darle información que muchas veces no llegaba a él», revela.

A lo largo de algo más de 20 minutos, el cardenal Maradiaga repasa también los principales acontecimientos desde la renuncia en febrero de Benedicto XVI, y habla de las reuniones previas al cónclave, de su emoción por la elección del primer Papa latinoamericano o de su experiencia en la Conferencia de Aparecida, del CELAM, junto al entonces arzobispo de Buenos Aires. El cardenal Bergoglio fue el responsable de la redacción de un documento que entonces pasó desapercibido en el resto del mundo, y que hoy se ha convertido en hoja de ruta para toda la Iglesia.

La renuncia de Benedicto XVI

«Me entristecí mucho. Ese día se celebraba un encuentro obispos Honduras. Me sentí como huérfano por tercera vez. La primera fue cuando murió mi padre, y yo estaba en el seminario. La segunda fue cuando murió Juan Pablo II, y al conocer la renuncia de Benedicto XVI, pensé: “huérfano otra vez”. Fue muy triste».

Las Congregaciones generales

«Al principio, estábamos tristes. Pero de repente vimos como si se hubiera abierto una ventana: Quizá esto es que Dios nos está pidiendo algo… Hubo un espíritu de gran libertad. Sin revelar ningún secreto, puede decirle que el anterior pre-cónclave fue muy distinto, porque todo giraba entorno a la muerte de Juan Pablo II. Esta vez, por el contrario, todo se orientaba al presente, pero especialmente hacia el futuro. ¡Sabíamos que el siguiente Papa estaba ahí, y que tenía que escuchar! Todos queríamos hablar y había un gran ambiente de libertad».

En la Capilla Sixtina

«Puedo decir que fue una gran experiencia del Espíritu Santo. ¡Algo tan solemne! No hablábamos entre nosotros, sólo rezábamos. ¡Me encantaría que las elecciones en los países fueran así, sin tanto ruido de la propaganda», bromea.

«Yo tenía una fractura en la pierna sin diagnosticar… Fue providencial. Hubiera sido hospitalizado y no hubiera participado en el Cónclave».

Se perfila la elección del cardenal Bergoglio

«Pensaba que algún día habría un Papa latinoamericano, pero que sucedería en un día muy lejano. Sentí una gran emoción y felicidad».

«Yo conocía muy bien al cardenal Bergoglio, desde que fue hecho obispo auxiliar de Buenos Aires. Siempre le admiré como hombre muy valiente. Pasó muchas dificultades durante la dictadura. Salvó a muchas personas».

Aparecida

«En la Conferencia de Aparecida, tuve la oportunidad de trabajar muy cerca suyo», prosigue el cardenal Maradiaga. «Ese documento es ahora el Lexicon del Pontificado», apunta el entrevistador, el padre Rosica. «Sí. Pero el documento fue totalmente ignorado», añade Maradiaga.

Los dos ejes del documento son los términos discípulos y misioneros. «La primera actitud del discípulo es la escucha, como María», pero ¿cuántos bautizados escuchan el Evangelio sólo en la misa de los domingos?, se pregunta el cardenal hondureño. «Tenemos que volver a la palabra de Dios. La Lectio divina es el futuro».

Y hace falta una actitud más misionera, «porque nuestro trabajo en la Iglesia no es estar muy cómodos en nuestro sitio», añade. «Tenemos que ser apóstoles todo el día, como san Pablo. Éstas son las dos guías de Aparecida».