Cien años de presencia en Madrid - Alfa y Omega

Cien años de presencia en Madrid

Una ciudad, una fecha, una mujer y tres deseos. La ciudad, Madrid. La fecha, 3 de octubre, 1897-1997. La mujer, Carmen Sallés: una catalana que hizo realidad aquello de De Madrid, al cielo, y que falleció el 25 de julio de 1911 en la madrileñísima calle de la Princesa. Fue fundadora de las Concepcionistas Misioneras de la Enseñanza

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La madre Carmen Sallés vino a la capital de España en 1897, a un piso alquilado en la calle de Las Rejas, cerquita del Palacio Real. Puso un pequeño colegio en un piso, luego en dos… Luego pasó a la calle de San Vicente Baja y a la de Mendizábal… Allí se puso tan enferma, que los médicos creyeron que se iba ya. Entonces lo contó: no se moría todavía; le faltaban tres cosas, que deseaba con toda el alma, y el Señor le prometía que sí, que se lo iba a conceder. Ella quería dejar establecida la casa central de la Congregación en Madrid, que en ella se alzara una capilla para honrar a la Virgen Inmaculada y que, además, fuese casa de formación de futuras Concepcionistas.

Se cumplieron las tres cosas. Deprisa, porque Dios quería ya llevarla con Él. En 1908, un hotelito en venta y un donativo inesperado proporcionan la casa; en ella se dispone enseguida la capilla soñada; y en 1910, un grupo de jóvenes viste allí el hábito concepcionista.

Y todo eso junto: presencia concepcionista en Madrid, cariño comprometido con la Inmaculada, y culminación de la formación concepcionista, se va a conmemorar y celebrar, como inicio del primer centenario, el viernes 3 de octubre, a las 7 de la tarde, en la catedral de la Almudena.

Monseñor Antonio María Rouco, arzobispo de Madrid, presidirá la Eucaristía. En ella, quince jóvenes religiosas -tras la etapa de formación inicial- harán su Profesión Perpetua, prometiendo ante la Iglesia su compromiso de vivir en comunidad su entrega a Dios en pobreza, castidad y obediencia; y su entrega a los hombres desde el ministerio de la educación.

Dos colegios en la ciudad y dos residencias: general y provincial, cumplen hoy los deseos madrileños de Carmen Sallés, cuyos restos descansan en un oratorio privado, en la calle Princesa, a la espera de una beatificación que parece muy próxima.

M. María Asunción Valls, RCM