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Ya está en marcha el nuevo Plan Integral de apoyo a la Familia (PIAF), que el Gobierno ha aprobado en el último Consejo de Ministros: un paso adelante que las asociaciones familiares consideran «demasiado corto»

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo

El Plan Integral de Apoyo a la Familia recién aprobado por el Gobierno «no es un verdadero plan de apoyo a la familia», ha denunciado el presidente del Foro Español de la Familia, don Benigno Blanco. Y doña María Teresa López, presidenta de Acción Familiar, a quien ha consultado el Gobierno a la hora de elaborar el Plan, lo define como «un paso adelante, aunque se ha quedado corto».

El ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, don Alfonso Alonso, ha presentado el PIAF como «un compromiso del Partido Popular», que «reconoce el papel de red de protección básica de las familias». Desde ahora, los diferentes ministerios incorporarán la perspectiva de familia en todas sus actuaciones, de modo que «todas las normativas que apruebe el Gobierno tendrán que ser estudiadas desde el impacto que provocarán en la familia», ha declarado el ministro.

En lo concreto, el Plan incorpora pocas ayudas económicas, aparte las ya introducidas en la pasada Reforma fiscal: las deducciones de 1.200 euros al año por familia numerosa (2.400 si es de categoría especial) y por tener un hijo discapacitado a cargo. La única novedad de carácter monetario es que las madres que han tenido al menos dos hijos podrán obtener un incremento de su pensión de jubilación. Para Alonso, «se pretende un apoyo a la maternidad, no sólo durante el momento de la crianza, sino como una recompensa en la jubilación».

Marketing electoral

Sin embargo, para el presidente del Foro de la Familia, «no hay un incremento sustancial del gasto en familia, más allá de políticas asistenciales que ya existen», lo que hace del Plan un «marketing electoral sin más». Asimismo, se trata de «un Plan sin fuerza» que «no cumple el programa electoral del PP»; y además «no tiene recorrido», porque «al aprobarse al final de la legislatura se queda sin recorrido, se va a quedar en nada porque no sabemos quién va a gobernar los próximos cuatro años».

Para la presidenta de Acción Familiar, doña María Teresa López, el balance es más positivo, porque «se trata de un Plan estatal de familia que no tenemos desde hace muchos años, y que muestra un gesto político de interés por la familia». La medida que favorece la jubilación de las madres «indica ya un cambio cultural de valoración de la maternidad, y eso ya es mucho». También las medidas para que las jóvenes embarazadas puedan continuar con sus estudios, «es un reconocimiento del valor de la maternidad. No hay muchas medidas estrictamente monetarias, pero tienen su valor».

Con todo, el Plan «se queda corto», afirma María Teresa López, sobre todo «en avances que atañen al mercado de trabajo y a la Seguridad Social; no ha habido modificación en las prestaciones por hijo a cargo; no se ha modificado el período de baja por maternidad, que es muy escaso; tampoco se ha concedido un sistema de excedencias remuneradas como tienen otros países de la Unión Europea; ni se ha resuelto el modelo de cotización de la mujer que retorna al mercado laboral tras la maternidad». En definitiva, «es un paso adelante, pero corto. Y además llega un poco tarde, en el momento final de la legislatura. Pero allí estaremos las asociaciones familiares para que el Gobierno siguiente lo cumpla y lo mejore».