Un mar de amor - Alfa y Omega

Un mar de amor

Redacción

Traemos a esta página algunas de las portadas de los principales periódicos canadienses con ocasión de la visita pastoral de Juan Pablo II en la Jornada Mundial de la Juventud 2002. Es sólo una muestra, suficientemente elocuente, de lo que significó la presencia y la palabra del Santo Padre en aquellas inolvidables jornadas. Los títulos hablan por sí solos, y hay uno especialmente expresivo y acertado: el del The Sunday Star que da título a este pie de foto Sea of Love: Un mar de amor. Es fácil de entender que los que critican y buscan pegas a iniciativas de Juan Pablo II como ésta no acaben de comprender la hondura y la verdad radical de ese título que realmente explica, más que mil comentarios, el porqué profundo de la permanente y creciente sintonía entre el Papa y los jóvenes. Si se reduce el amor a una especie de zoología sucia, es lógico que no se entienda qué es y qué significa este mar de amor, pero eso y no otra cosa es lo que fue y lo que sigue siendo. Se podría hacer la misma consideración y la misma oferta fotográfica con los periódicos mexicanos, guatelmatecos y polacos.

Ha habido este verano personalidades universales de gran talla humana como Chillida o el profesor Lora Tamayo, cuya muerte ha merecido la prioritaria atención de los medios de comunicación; y ha habido episodios, como el de Ronaldo, mucho más artificiales y efímeros, o como el tristísimo culebrón de Herribatasuna, que han ocupado en los medios más sitio del que merecen, pero ciertamente el protagonismo ejemplar del verano ha sido el de Juan Pablo II; es decir, para que las cosas se entiendan correctamente, el de Jesucristo.