Todo lo perecedero es sólo fábula… - Alfa y Omega

Todo lo perecedero es sólo fábula…

Jaime Noguera Tejedor

La Sinfonía de los Mil, de Mahler, que termina con las palabras que encabezan esta reseña, es un acompañamiento ideal para la lectura de esta novelita: porque atrapa, porque te lleva de lo real a lo irreal y viceversa.

¿Un sueño dentro de la realidad?, ¿una realidad paralela?, ¿dos vidas que se viven a la vez? No es un thriller, porque la cosa se destapa en pocas páginas; pero te mantiene tenso para ver cómo se resuelven ambas historias: la del estudiante que pega un bajón y la del gladiador que se enfrenta a su destino. Y los dos están enamorados de la misma chica.

El capítulo dedicado a Velasco (el tutor del protagonista) es para leer en voz alta en cualquier escuela de profesores: humanidad a raudales, responsabilidad, afectos, sobriedad y comprensión de la realidad multiforme que hay en todo alumno.

Las pulsiones emocionales que marcan el paso de la adolescencia a la edad adulta, los desencuentros con uno mismo, las carencias afectivas, la búsqueda de respuestas donde no las hay, la certeza de la muerte… Y el sentido de la trascendencia. Todo tramado en la historia de un chaval que no quiere dormir para seguir viviendo.

No cierres los ojos
Autor:

Javier Arias Artacho

Editorial:

Luis Vives (Laude)