La Sinfonía de los Mil, de Mahler, que termina con las palabras que encabezan esta reseña, es un acompañamiento ideal para la lectura de esta novelita: porque atrapa, porque te lleva de lo real a lo irreal y viceversa.
¿Un sueño dentro de la realidad?, ¿una realidad paralela?, ¿dos vidas que se viven a la vez? No es un thriller, porque la cosa se destapa en pocas páginas; pero te mantiene tenso para ver cómo se resuelven ambas historias: la del estudiante que pega un bajón y la del gladiador que se enfrenta a su destino. Y los dos están enamorados de la misma chica.
El capítulo dedicado a Velasco (el tutor del protagonista) es para leer en voz alta en cualquier escuela de profesores: humanidad a raudales, responsabilidad, afectos, sobriedad y comprensión de la realidad multiforme que hay en todo alumno.
Las pulsiones emocionales que marcan el paso de la adolescencia a la edad adulta, los desencuentros con uno mismo, las carencias afectivas, la búsqueda de respuestas donde no las hay, la certeza de la muerte… Y el sentido de la trascendencia. Todo tramado en la historia de un chaval que no quiere dormir para seguir viviendo.
Javier Arias Artacho
Luis Vives (Laude)