Covadonga prepara su día de fiesta recordando la visita de san Juan Pablo II - Alfa y Omega

Covadonga prepara su día de fiesta recordando la visita de san Juan Pablo II

Este año, san Juan Pablo II estará muy presente en las celebraciones de la Virgen de Covadonga, Patrona de Asturias. Se cumplen 25 años de su visita al santuario y, con este motivo, se ha preparado una exposición por la que pasan cada día unas 1.200 personas. En una entrevista concedida al semanario de la archidiócesis de Oviedo, Esta hora, el abad del santuario, padre Juan José Tuñón Escalada, explica que «compartiendo con las gentes de Asturias su devoción a la Virgen, el Papa nos invitó a fijarnos en Ella y a tomarla como especial referencia para vivir la identidad cristiana»

Redacción
El abad de Covadonga, junto con el directorio de la asociación asturiana en San Fernando (Chile)

¿Qué tiene este novena de especial, este año concreto?
Pienso que este año la Novena, al rememorar la visita que hace 25 años realizó a Asturias el Papa Juan Pablo II, nos recuerda, entre otras cosas, la actitud de peregrinos con que debemos acudir a Covadonga, la llamada a la santidad y el sentido eclesial con que hemos de vivir nuestra vida cristiana.

¿Qué mensaje nos dejó Juan Pablo II en Asturias?
Me atrevería a decir que compartiendo con las gentes de Asturias su devoción a la Virgen, el Papa nos invitó a fijarnos intensamente en Ella y a tomarla como especial referencia para vivir esa identidad cristiana que constituye el principal mensaje de Covadonga.

¿Como surgió la idea de organizar una exposición sobre la visita de Juan Pablo II?
Pensamos que, cumpliéndose 25 años de aquella visita del Papa y siendo Covadonga el «corazón de la Iglesia de Asturias», como señaló el mismo Juan Pablo II en su homilía, era un momento propicio para poner a la vista de peregrinos y visitantes algunos objetos utilizados directamente por el pontífice y que conservamos en el Santuario. Asimismo algunas fotografías y mensajes muy significativos, tanto de su personalidad como de aquella visita. La exposición ha tenido hasta ahora muy buena acogida, no sólo entre los asturianos, muchos de los cuales conservan fresco el recuerdo de aquella visita, sino también entre los numerosos peregrinos y visitantes que en estas fechas pasan por Covadonga. Tal es así, que viene pasando por la exposición una media diaria de 1.200 personas.

Acaba de estar presente en Chile, donde descendientes de asturianos celebran también la Novena.
Ha sido muy interesante y enriquecedor. He tenido la oportunidad de comprobar de primera mano el interés y entusiasmo con que los asturianos y sus descendientes mantienen vivos los vínculos que les unen a Asturias y de manera muy especial la devoción a la Santina. También he constatado el enorme espíritu de solidaridad que mantienen no sólo entre ellos, sino también con los miembros de otras colectividades españolas de la emigración. Un valioso testimonio de colaboración y convivencia en torno a los Estadios Españoles de Santiago, Valparaíso y San Fernando que resulta enormemente interesante y aleccionador. Asimismo me ha impresionado mucho también el tesón y la gran generosidad con que mantienen iniciativas como el Pabellón Asturias del Hogar Español del Santiago de Chile o la Sala Asturias en la Unidad de Pediatría del Hospital de San Fernando. Lugares en los que la imagen de la Santina siempre está presente.

San Juan Pablo II en Covadonga, hace 25 años

¿En qué otros países se vive esta devoción por la Santina?
Desde que me incorporé pastoralmente a Covadonga, vengo abriendo relaciones y manteniendo abundantes contactos y encuentros con la emigración asturiana, por lo que me consta que prácticamente en todos los países de Latinoamérica, donde hay algún Centro Asturiano, se celebra siempre el Día de la Santina. En bastantes de ellos existen también cofradías de la Virgen de Covadonga, algunas tan antiguas como la que desde el siglo XVIII existe en México, que se ocupan de hacer la Novena. Y me consta que incluso algunos centros hasta tienen también su propia capilla dedicada a la Virgen de Covadonga, como la que pude ver hace dos años en el Centro Asturiano de Caracas, que reproduce fielmente la Santa Cueva, o la de San Fernando en Chile.

¿Por qué cree que esta devoción se transmite de padres a hijos, a pesar de la distancia?
Pienso que hay dos factores que desempeñan un importante papel en esta transmisión. Por una parte, que Covadonga refleja la esencia de Asturias y el alma de sus gentes. Y los emigrantes asturianos han sabido, con cariño y entusiasmo, transmitírselo a sus hijos y nietos, que aunque nacidos y ciudadanos ya del país en el que viven, se sienten también partícipes y herederos de esa esencia, buscándola y cultivándola. Por otra, que la fe cristiana es uno de los lazos que más estrechamente nos une a los españoles con los países latinoamericanos. Y Covadonga, por su significación histórica y espiritual, es un importante referente más allá de Asturias y de España.