España, el segundo país de Europa con más explotación sexual

El sábado 18 de octubre se celebra el Día Europeo contra la Trata con un dato estremecedor: según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el mundo hay 21 millones de personas que sufren esta esclavitud moderna. Cientos de miles de ellas, son esclavas en nuestro continente.

El mayor porcentaje de víctimas de trata en Europa son esclavas sexuales. Según los últimos datos de Eurostat, son el 62 %. También encontramos miles de personas sometidas a trabajos forzados: en total, un 25 %. El resto, un 14 %, son niños vendidos o víctimas de la venta de órganos.

Las mujeres son las más afectadas por esta lacra. El 68 % de las víctimas son femeninas. El 17 % son hombres, el 12 % niñas y el 3 % niños. Y los países de origen de los esclavos que tenemos en Europa llegan desde dentro, de Rumanía y Bulgaria. Y de países extracomunitarios, especialmente de China y Nigeria.

Durante todo el jueves, la Universidad Pontificia Comillas, a través de su Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones -que, por cierto, cumple 20 años-, ha organizado una jornada sobre los desafíos que plantea en Europa este delito, y la responsabilidad que tenemos de proteger a las víctimas. Sobre todo, como han puesto de manifiesto, cuando sabemos que España es un país de origen, destino y tránsito para hombres, mujeres y niños sometidos a trabajo forzoso y explotación sexual; que el 90 % de las mujeres que ejercen la prostitución en España están controladas por redes de crimen organizado, y que nuestro país es el segundo con más casos de explotación sexual de la Unión Europea.

En el acto ha estado presente monseñor Ciriaco Benavente, Presidente de la Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española. En sus palabras, de inauguración de la Jornada, ha recordado el trabajo incansable que hacen Cáritas y diversas organizaciones religiosas en España en la lucha contra la trata, y ha puesto de manifiesto la importancia que este tema tiene para el Papa Francisco. Lo deja claro en la Evangelii gaudium: «Siempre me angustió la situación de los que son objeto de las diversas formas de trata de personas. Quisiera que se escuchara el grito de Dios preguntándonos a todos: ¿Dónde está tu hermano esclavo? ¿Dónde está ese que estás matando cada día en el taller clandestino, en la red de prostitución, en los niños que utilizas para mendicidad, en aquel que tiene que trabajar a escondidas porque no ha sido formalizado? No nos hagamos los distraídos. Hay mucho de complicidad. ¡La pregunta es para todos! En nuestras ciudades está instalado este crimen mafioso y aberrante, y muchos tienen las manos preñadas de sangre debido a la complicidad cómoda y muda». Monseñor Benavente también ha aludido al tema sobre el que versará el Mensaje para la Paz de Francisco, del 1 de enero de 2015: Ya nunca más esclavos, sino hermanos.

Estrategia de la Unión Europea hasta 2016

Si salimos de nuestras fronteras, el continente dónde más esclavos encontramos es Asia, con un 56 % de la cifra global, lo que suma 11 millones y medio de personas. En Europa, Oceanía y Norteamérica tenemos un 7 % de personas víctimas de trata -un millón y medio en total-, casi al nivel de Rusia, con un 8 % y Sudamérica, con un 9 %. Pero después de Asia, se pone África a la cabeza con un 18 %. Los que menos esclavitud registran son los países de Oriente Medio, con un 3 %.

¿Por qué el tráfico de personas está tan extendido y afecta a tantos? Porque es la segunda fuente de beneficios ilegales para las bandas criminales, después del tráfico de drogas. Según la UE, cada año, los traficantes sacan 32 billones de dólares.

Es conveniente recordar, de cara a este día, la importancia de implantar leyes que persigan este delito. Hasta hace unos años, la impunidad de los traficantes era destacable. Ahora, 25 Estados Miembros han implantado la directiva sobre trata a nivel nacional. Pero hay que dar más pasos, como, por ejemplo, que los países logren una definición común del delito. O que no se apliquen sanciones a las víctimas que realizan actividades ilegales forzadas por los traficantes. Además, por supuesto, de ampliar la protección, con asistencia médica y psicológica, y atención continuada de las personas rescatadas de las redes mafiosas.

La UE continúa trabajando, por su parte, en la estrategia 2012-2016 contra la trata. Hay 40 acciones sobre el papel que se están plasmando en los países, entre los que destacan la creación de un mecanismo a nivel europeo para la identificación y protección de las víctimas; el establecimiento de una coalición europea para cooperar juntos; y el establecimiento de una plataforma de la sociedad civil también a nivel europeo.