El Valle de los Caídos celebra la Exaltación de la Santa Cruz con un vía crucis - Alfa y Omega

El Valle de los Caídos celebra la Exaltación de la Santa Cruz con un vía crucis

En la víspera de la solemnidad de la Exaltación de la Santa Cruz, el Valle de los Caídos acogerá el ya tradicional vía crucis monumental, que terminará en la basílica. En la Cruz, escribe el Abad del Valle, vemos que «a la transgresión y a la ruptura» del hombre, Dios «respondió con el perdón y la reconciliación al precio de la sangre y de la muerte» de su Hijo

María Martínez López

El Valle de los Caídos acoge una vez más, este sábado, un vía crucis que pasará por su recorrido monumental para concluir en la basílica de la Santa Cruz. Este acto penitencial está organizado por la Abadía benedictina para celebrar la solemnidad de la Exaltación de la Santa Cruz, el domingo 14 de septiembre.

Se trata de un vía crucis «único en el mundo», no por la belleza del Valle de Cuelgamuros donde se celebra, sino porque está presidido por el Lignum Crucis, un fragmento de la Cruz del Señor custodiado en la abadía. Tradicionalmente, se celebra dos veces al año: el sábado anterior al Domingo de Ramos, y el sábado anterior a la solemnidad de la Exaltación de la Santa Cruz.

En un texto sobre la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, el Abad del Valle de los Caídos, padre Anselmo Álvarez, explica que «la Iglesia venera esta Cruz en el árbol material con que fue confeccionada, y también como el símbolo de la redención del mundo». Pero «es notorio que en muchos sectores de lo que fue la antigua sociedad cristiana esa veneración se ha desvanecido o se ha convertido en oposición».

Conciencia de la necesidad de ser salvados

El padre Álvarez cree que «hemos dejado de venerar la Cruz porque no nos sentimos ya concernidos por ella, ni nos interesa cuanto representa en la historia de Dios y del hombre, a pesar de que en ella se encierran todas las claves del amor y de la sabiduría que el mundo necesita para su salvación. Hoy volvemos a saber lo que significa la necesidad de ser salvados, porque tenemos conciencia de la devastación creciente que nos envuelve. Nos alejamos de esa Cruz que, sin embargo, expone el misterio de Dios y del hombre. En ella leemos la actitud que el hombre opuso a Dios y la respuesta que Dios contrapuso al hombre: a la transgresión y a la ruptura, Él respondió con el perdón y la reconciliación al precio de la sangre y de la muerte del propio Hijo de Dios».

Para asimilar esto, «el hombre necesita inexcusablemente mirar hacia la Cruz», donde está «la palabra decisiva sobre la dirección que deben tener los actos humanos y sobre el juicio que Dios hace sobre ellos».

Poner en orden las cuentas con Dios

Lo que hoy está en crisis «no es tal o cual dimensión de la existencia humana, sino las bases mismas de la vida colectiva y de los individuos. Perdido el sentido de lo esencial, de los valores y objetivos fundamentales, perdemos también el sentido de la realidad y la dirección del acontecer de la evolución humana. Lo cual es patente también para nuestra propia sociedad española. Por eso, mientras España no ponga en orden sus cuentas (y sus deudas) con Dios, le va a ser muy complicado ajustarlas con sus vecinos y con ella misma».

Concluye el Abad: «Al pie de la Cruz más impresionante del universo, tenemos que recordar que la realidad de la Cruz es la consecuencia y la denuncia del máximo error humano, que no estamos eliminando sino prolongando y acrecentando. Sin embargo, desde ella seguimos escuchando el mensaje: Dios ha reinado desde la Cruz; desde ella, Dios anuncia la paz a su pueblo».

El vía crucis, en cuya celebración colabora también el Foro San Benito de Europa, comenzará a las 16 horas en la zona de Los Juanelos, y consiste en un recorrido de casi cinco kilómetros y 2.300 escalones, que lleva a la basílica. Habrá minibuses para llevar a los conductores de los coches desde los aparcamientos hasta el punto de salida, por lo que se recomienda que los coches lleguen en torno a las 15:30 horas.