La Virgen del Quinche, venerada en Torreciudad por dos mil ecuatorianos - Alfa y Omega

La Virgen del Quinche, venerada en Torreciudad por dos mil ecuatorianos

El santuario mariano de Torreciudad, en Huesca, ha acogido un encuentro con la patrona de Quito, Ecuador. Las familias participantes veneraron a la Virgen, rezaron el rosario, revivieron antiguas tradiciones religiosas, celebraron una misa y muchos se confesaron

José Calderero de Aldecoa

Este sábado, el santuario mariano de Torreciudad, Huesca, acogió la veneración que 2.000 ecuatorianos profesaron a la popular Virgen del Quinche, quien recibió el cariño y el homenaje de las familias procedentes de Cataluña, Aragón, Madrid, La Rioja y Andorra. Durante el recibimiento, los participantes revivieron antiguas tradiciones religiosas, culturales y sociales propias de su país de origen. La patrona de Quito, Ecuador, recibió la honra de sus compatriotas en lo que supone la octava edición de este encuentro, que se celebra cada año en Torreciudad.

Los actos comenzaron con una costumbre muy popular entre el pueblo ecuatoriano: la bendición individual de vehículos por parte de varios sacerdotes, que consiste en una oración y el empleo de agua bendita. Después comenzó la procesión desde el crucero, a un kilómetro del santuario, en la que los peregrinos acompañaron la imagen de la Virgen con danzas y cantos, rezando el rosario y arrojando pétalos de flores a su paso. Una vez en el santuario sonó el himno nacional de Ecuador, que fue cantado por los asistentes, y organizados por grupos realizaron varias visitas guiadas. Los fieles hicieron una ofrenda de flores y muchos de ellos aprovecharon para confesarse.

Tras estos actos, a las 12:00 se celebró la Santa Misa, oficiada por el rector de Torreciudad Javier de Mora-Figueroa, quien explicó en la homilía cómo ganar la indulgencia plenaria en este Año de la fe. También subrayó que «todos somos hermanos, porque somos hijos de la misma Madre, y no puede habar rencillas ni enfrentamientos entre nosotros». Destacó que María también fue inmigrante en Egipto, cuando tuvo que huir de Herodes con Jesús y José, pero que en toda circunstancia fue una mujer de fe, «incluso al pie de la cruz creyó, y debemos imitarla porque somos hijos de Dios y también hijos de María». Concluyó animando «a pedir a la Virgen del Quinche que sepáis transmitir la fe a vuestros hijos». La celebración fue cantada por el grupo Llaciamia, coro ecuatoriano de la parroquia de San Bertomeu de Barcelona.

Al finalizar la Eucaristía, la imagen de la Virgen el Quinche se trasladó al atrio del templo, donde recibió constantes muestras de afecto y presidió un vistoso conjunto de bailes típicos de Ecuador. En él participaron el grupo Morenos Sabrosos de Zaragoza, la asociación Euroamérica y los grupos Sumac Sisana y Nuevo Amanecer de Lleida. El acompañamiento musical corrió a cargo de las orquestas ecuatorianas Selena Band de Madrid y Little Band de Lleida, y el presentador fue Ramón Ojeda, locutor de Radio La Mega de Barcelona.

Además de la Virgen del Quinche, se expusieron en la galería de advocaciones marianas de la cripta otras imágenes ecuatorianas, como la Virgen de la Nube, la Dolorosa del Colegio, Nuestra Señora de Aguasanta de Baños, Nuestra Señora de la Natividad del Huayco, Nuestra Señora de la Merced, la Virgen del Cisne y la Virgen Alada del Panecillo.

Durante toda la jornada el vicecónsul de Ecuador en Aragón, José Castiella -en representación del embajador de su país en España- acompañó a las familias participantes.

«Nos sentimos muy acogidos»

Graciela nació en Quito, es madre de dos hijos, empleada del hogar y fue una de las organizadoras del encuentro. Según señaló, «aquí nos sentimos muy acogidos, con un trato familiar, y podemos mostrar todo nuestro cariño a la Virgencita del Quinche».

También participó en el encuentro Jorge, que vino desde Manresa, quien confesó: «Nos hemos levantado a las cinco y somos muy devotos de Ella, nos ha ayudado mucho».

Por su parte, Sheila y su madre, residentes en Zaragoza, expresaron: «Ya que estamos tan lejos de nuestra tierra, así podemos estar con muchos compatriotas que tienen la misma fe».

Germán, desde Huesca, fue «a pedirle a la Virgen trabajo y salud para mi familia».

Torreciudad / José Calderero