¿Cómo se construye la paz en Oriente Medio? - Alfa y Omega

¿Cómo se construye la paz en Oriente Medio?

La pregunta que vive hoy en el corazón de israelíes y palestinos es unánime: ¿Cuando acabará este horror? Después, una vez termine esta escalada de violencia, ¿cuánto durará la tregua antes de la próxima ruptura? Una serie de testimonios parecen seguir el camino trazado por el Papa Francisco para llegar a construir puentes de paz

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Los últimos hechos contados por Uri Avnery (periodista israelí y líder de Gush Shalom, Bloqueo de paz) en AsiaNews el 14 de julio parecen alejar la tregua. Uri escribe desde Tel Aviv: «Las bombas llueven sobre Gaza y los cohetes sobre la parte meridional de Israel, la gente muere y las casas son destruidas. Aún. Sin objetivo alguno. Pero para mí es difícil escuchar las sirenas que advierten de la llegada de cohetes en Tel Aviv. No puedo alejar mis pensamientos de las cosas horribles que han sucedido en Jerusalén. Una tragedia abominable sucedió en Jerusalén. Un chico palestino fue raptado y quemado vivo. Ningún crimen racista sucedido en Israel se ha acercado jamás a lo que ha sucedido. Quemar viva a una persona es una abominación en todas partes. Y en un Estado que se proclama judío es un hecho aún peor».

Madre de estudiante asesinado: Digo no al odio

Un primer testimonio contracorriente es el de Rachel Fraenke, la madre de Naftali, uno de los tres estudiantes israelíes raptados y asesinados en las cercanías de Hebrón. A pesar del terrible momento que ella y su familia están viviendo, aceptó responder a las preguntas que Famiglia Cristiana publicó el 14 de julio.

Se le pregunta cómo es posible que haya manifestado solidaridad a la familia de Muhammad, el chico palestino secuestrado y asesinado en Jerusalén. Ella responde que «llamar a la familia de Muhammad ha sido la cosa más natural. Me he quedado sobrecogida por este asesinato y he sentido con todo mi ser el sufrimiento de sus padres. Era muy importante para nosotros transmitir el mensaje de que ningún inocente debe ser afectado, y sólo la ley tiene el mandato de ocuparse de estos casos. Estoy segura de que la familia de Muhammad está sufriendo terriblemente y está bajo la presión de su comunidad».

Después se habla de la importancia de la fe para ella y para su familia. «Muchas personas nos han preguntado si soportar este dolor es más fácil porque somos creyentes. He respondido que ante todo somos padres, y que la preocupación por nuestros hijos raptados no ha sido menor. Por otro lado, la fe y la religión te ofrecen un contexto de pensamiento diario que te da la fuerza de seguir adelante. Los preceptos, las costumbres que regulan los primeros siete días de luto, la unión de la familia, la capacidad profunda de rezar e incluso la regularidad y la costumbre de las oraciones, obligan a la persona a estar activa y a no hundirse en su dolor. Y también la fe en la eternidad del alma, naturalmente, y nuestro contexto histórico: estos chicos se unen a la larga lista de otros que, como ellos, han sido asesinados por ser judíos».

#Fastforpeace: judíos y musulmanes, unidos por la paz

El camino sugerido por el Papa Francisco en el Angelus del domingo 13 de julio ha sido seguida por un grupo de estudiantes judíos y musulmanes, que han lanzado una iniciativa llamada #fastforpeace para el 15 de julio. Esta decisión parte de una constatación: tanto para el calendario musulmán como judío, es una jornada de ayuno. ¿Por qué no transformar esta coincidencia en una ocasión para hacer algo concreto para comenzar nosotros los primeros a construir la paz que pedimos a palestinos e israelíes? Éste es su llamamiento:

«Somos un grupo de amigos judíos y musulmanes que se encuentran juntos ayunando y rezando el martes 15 de julio. Hemos crecido juntos en el mismo college, donde nos hemos encontrado en situaciones tremendamente similares, marcadas por la adopción de un uniforme propio, por restricciones alimentarias, y por nuestros ojos hinchados tras la oración de la mañana. Nos hemos hecho amigos en tiempos tranquilos, y nos hemos separado tras nuestra diplomatura hace dos meses. Pero en las últimas semanas, cuando nuestros correligionarios en Israel y en Palestina han empezado a luchar unos contra otros, nos hemos encontrado todos en el tiempo del miedo y la desesperación.

Este martes coincidirá el ayuno musulmán del mes de Ramadán con el ayuno judío del día 17 del mes de Tammuz. En nombre de esta jornada, Eliaz Cohen, un colono israelí que es también un activista por la paz, ha invitado a las comunidades musulmanas y judías a ayunar con la intención de que se rompa el círculo cruel de la violencia que aflige a las naciones de Tierra Santa. «En ambas tradiciones -recuerda Cohen- este es un día dedicado a la introspección, a la asunción de las propias responsabilidades para reparar y purificar, al arrepentimiento».

«El objetivo de este ayuno compartido es hacer que la conciencia de ambos pueblos transforme esta jornada en un punto de cambio. Cada persona, familia y comunidad está invitada a tomar parte en ella, a ayunar en solidaridad con los nuestros pero también con los otros que experimentan el sufrimiento, la violencia y el dolor. Preguntarnos todos cómo salir de este ciclo de lágrimas y dibujar un horizonte de futuro y de esperanza».

Corrado Paolucci / Aleteia