«El camino de las deudas no termina» - Alfa y Omega

«El camino de las deudas no termina»

Redacción

«Espero que encuentren un camino para resolver el problema griego y también un camino de vigilancia para no recaer, en otros países, en el mismo problema», afirmó el Papa Francisco, ante los periodistas, en el vuelo de vuelta de su visita a América Latina. «El camino del préstamo y de las deudas —añadió—, al final no termina jamás». El Santo Padre subrayó que «sería simple decir: la culpa es sólo de esta parte. Los gobernantes griegos que han llevado adelante esta situación de deuda también tienen una responsabilidad. Con el nuevo Gobierno griego se ha ido hacia una revisión un poco justa». Y se preguntó: «Si una empresa puede hacer una declaración de bancarrota, ¿por qué un país no?».

Al alcanzarse el acuerdo para un nuevo rescate a Grecia a cambio de reformas económicas, monseñor Franghiskos Papamanolis, presidente de la Conferencia Episcopal Griega, subrayó que «Grecia, sin la Unión Europea, no puede ir a ninguna parte. No podíamos pasar sin este acuerdo. Ahora los griegos debemos aprender todavía más a trabajar y hacer economía». El 10 de julio, monseñor Papamanolis, junto al secretario general de la Conferencia Episcopal, enviaron una carta a la Comisión Europea, al Banco Central Europeo y al FMI, en la que les pedían «que sigan mostrando comprensión y, con acciones concretas, estén más cerca de un pueblo que ha contribuido mucho a Europa, pero que ahora está viviendo bajo condiciones que no hacen honor a nuestro país ni a la Unión Europea».

También los obispos de Francia se pronunciaron sobre la crisis griega: «Cada país está obligado a satisfacer la necesidad de una gestión rigurosa y responsable pero justa hacia sus ciudadanos, especialmente los más débiles y pobres. Pero los responsables políticos de la Unión Europea están obligados también a garantizar la solidaridad entre los países miembros». Los obispos franceses denunciaban además el «déficit democrático» que supone que las decisiones financieras no se debatan en el Parlamento Europeo.