Diario de un encierro hospitalario - Alfa y Omega

Diario de un encierro hospitalario

Dos hermanos ovetenses permanecen @Enaislamiento en el Hospital Universitario Central de Asturias para que uno de ellos se recupere de un trasplante de médula, donado por otro hermano de ambos. Serán 31 días de encierro, que afrontan con alegría y optimismo… Más de diez mil personas siguen su bonita historia a través de Twitter

José Calderero de Aldecoa

Javier y Borja Alonso Nestares son dos hermanos que se encuentran encerrados en la planta de trasplantes hematopoyéticos del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo. Ambos permanecerán 31 días de reclusión obligatoria y no porque estén reclamando nada, tan sólo esperan a que Javier reciba, y su cuerpo no rechace, el trasplante de médula que un tercer hermano, Federico, le ha hecho para después recuperarse sin ninguna complicación.

Tras la intervención se debe extremar la precaución para evitar cualquier tipo de infección, circunstancia que ha provocado que Javier no pueda salir de la habitación. Alguien debía acompañar al enfermo durante este mes y es su hermano mayor Borja el que lo hace. Ambos ya comparten encierro.

A pesar de estar solos en la habitación, los hermanos están muy acompañados en esta aventura. A través de la red social Twitter, tienen una pequeña ventana abierta al mundo gracias a la cual van escribiendo mini crónicas de 140 caracteres de lo que va sucediendo a cada instante. Ya son más de 12.200 personas las que siguen esta bonita historia, a través del perfil @Enaislamiento. Los hermanos Alonso también publican fotos de su día a día, interactúan con sus seguidores e intentan contestar a todos los que les mandan ánimos, aunque cada vez es más difícil ya que les escriben desde «Argentina, Venezuela, Colombia, China, Uruguay, Rep. Dominicana, Perú, México, Londres, Francia, Canarias y España», aseguran.

Hace tres años los médicos descubrieron que Javier no tenía plaquetas en la sangre. Su médula casi no las fabricaba y tuvo que empezar a tomar medicación. La enfermedad llegó hasta un punto el que tuvieron que elegir entre fármacos más fuertes o un trasplante de médula, lo cual haría desaparecer la dolencia. Tras los análisis pertinentes comprobaron que su hermano Federico era compatible y ahora los tres hermanos se encuentran en el hospital.

La alegría y simpatía que demuestran a través de su perfil de Twitter, también está presente dentro de la habitación del hospital, hasta la que se han llevado libros, películas, móviles e incluso la videoconsola Play Station.

Más allá de las bromas y las risas, los hermanos Alonso Nestares están dando un gran testimonio de fraternidad, amor, alegría y sacrificio. Desde la habitación del hospital, Javier y Borja ponen un punto de optimismo a todo lo que les sucede, alabando al personal sanitario, al menú hospitalario o las vistas de las que gozan desde la habitación. Todo un ejemplo, que no ha pasado desapercibido.