Padre Norman Weslin, arrestado y humillado por defender la vida

El 16 de mayo de 2009, Barack Obama fue investido doctor honoris causa por la Universidad Católica Notre Dame en el estado de Indiana, lo que provocó el enfado y la incomprensión de muchos católicos, debido a las convicciones abortistas del presidente. En el acto, incluso, Obama trató de justificar su postura sobre el aborto.

Desde el día anterior, cientos de personas se manifestaron ante la universidad. Entre los manifestantes se encontraba el sacerdote Norman Weslin, que estaba realizando un vía crucis a favor de la vida, portando en su espalda una gran cruz de madera. La policía detuvo a 40 personas durante todo el fin de semana, entre otros al padre Norman, de unos 80 años, que tan sólo se encontraba rezando. Mientras era abordado por los agentes de policía para ser arrestado y ponerle las esposas, el sacerdote comenzó a cantar el Ave María del Santuario Mariano de Fátima.

Así pues, mientras una universidad católica ponía una condecoración alrededor del cuello de Obama, en el exterior, al padre Weslin le colocaban, también alrededor del cuello, una etiqueta identificativa tras su arrestado. Los agentes le trasladaron a la comisaría tumbado sobre una esterilla, como se hace muchas veces con los animales.

70 veces arrestado

Antes de ser ordenado sacerdote a los 61 años de edad, el padre Norman Weslin estuvo casado. Con su esposa, inició diversas iniciativas pro vida, como por ejemplo centros de apoyo a mujeres embarazadas y comités de acción política a favor de los no nacidos. Su mujer murió en un accidente de tráfico, tras lo cual, convirtió su casa en un hogar para madres solteras embarazadas, atendiendo a 238 mujeres.

Estuvo preso más de 70 veces por protestas no violentas fuera de las clínicas de aborto. En 1988, fundó el grupo de los Corderos de Cristo, siguiendo el modelo del grupo de rescate Operación Antiaborto.

El padre Norman Weslin falleció el pasado 16 de mayo en una casa de retiro en Traverse City, EE. UU. En torno a esa fecha, el director nacional de Sacerdotes por la Vida, el Padre Frank Pavone aseguró: «Echaremos de menos su pasión y su testimonio, pero estamos seguros de que está siendo recibido con los brazos abiertos por los niños no nacidos que él defendió y luchó sin descanso para salvar».