Sacerdote en Nigeria: «Una llamada privilegiada» - Alfa y Omega

Sacerdote en Nigeria: «Una llamada privilegiada»

Centus Emenike Muoghalu es un sacerdote nigeriano que se está formando actualmente en la en la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz (UPSC), en Roma, gracias al CARF y a sus benefactores. Es consciente de la oportunidad tan grande que tiene y quiere aprovecharla al máximo en beneficio de los demás. «Mi único deseo y proyecto es llegar a ser un buen sacerdote cuidando de las necesidades espirituales del pueblo de Dios, para vivir una vida santa. En todo, el amor de Dios debe ser mi factor de motivación»

José Calderero de Aldecoa
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Nigeria es uno de los países más castigados por los fundamentalistas islámicos. El grupo terrorista Boko Haram siembra el pánico entre la población, atacando indiscriminadamente todo lo que tenga algo que ver con el gobierno, con lo occidental o con el cristianismo.

En estas circunstancias ejerce su ministerio sacerdotal Centus Emenike Muoghalu, sacerdote nigeriano de la archidiócesis de Onitsha, estado de Anambra, al oeste del país. A pesar de las dificultades, «mi archidiócesis ha sido bendecida con el regalo de la vocación al sacerdocio sagrado con más de 400 sacerdotes. También cuenta con 200 seminaristas y un buen número de fieles laicos», explica él mismo en el último boletín del CARF.

Actualmente Centus está estudiando en la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz (UPSC), en Roma, gracias al Centro Académico Romano Fundación y a sus benefactores. Su deseo es formarse muy bien para después poder formar muy bien a los fieles. «Mi único deseo y proyecto es llegar a ser un buen sacerdote cuidando de las necesidades espirituales del pueblo de Dios, para vivir una vida santa. En todo, el amor de Dios debe ser mi factor de motivación», asegura.

Muoghalu ha dedicado gran parte de su vida a la formación. Pasó 14 años formándose en Nigeria, en el seminario menor, donde realizó labores pastorales, recibió formación espiritual y se instruyó en psicología y teología, antes de ser becado y viajar a Roma para continuar con su formación, escriben en el CARF.

Ahora continúa su formación en Teología en la UPSC, donde lleva ya siente meses. Durante este tiempo se ha dado cuenta de que «la Iglesia necesita sacerdotes santos y devotos en la viña del Señor». Él quiere ser uno de ellos y por eso «prometo ser siempre fiel a esta llamada privilegiada», concluye.