¡No cedas al chantaje de la «sextorsión»! - Alfa y Omega

¡No cedas al chantaje de la «sextorsión»!

El doloroso caso de una menor española que puede ayudar mucho a otras jóvenes en situación parecida

Aleteia

¡Hola gente! Soy una chica de España y soy menor. No quiero dar datos precisos por lo que me ha ocurrido recientemente. Hace un tiempo, me descargué Kik, una aplicación para hablar con gente y meterse en grupos. Supongo que en la adolescencia te apetece pasar un buen rato y explorar la sexualidad con otra gente.

Eso hice yo: me metí en un grupo de bisexuales (1). Conocí gente muy agradable y otra no tanto. La administradora de ese grupo me empezó a hablar para comprobar que yo era real y que no era ningún chico. Ella buscaba chicas, ya que lo ponía en su Nick.

Me pidió que enviase una foto mía mostrando mi cara y mis pechos desnudos. ¡Qué tonta fui! Eso fue mi perdición. Lo hice y poco después me pidió mi Instagram para «hacernos amigas». Se lo di. Borré la conversación con ella porque no me seguía nadie en Instagram y creía que solo me había hablado para lo que quería (como he dicho antes: comprobar que era real).

Al día siguiente me encuentro en Instagram una notificación de que una persona me quiere enviar un directo y acepté para verlo: me pedía que le hablase por Kik. No sabía quién era, ya que su nombre en Instagram era diferente al que usaba en Kik. Cuando abrí Kik, efectivamente encontré la conversación. La chica o el chico (aun no tengo seguro su sexo pero diría que es chica) no perdió el tiempo, había hecho capturas de mi Instagram: fotos, seguidores, likes… Para ese momento no lo tenía privado, pero me lo cerré nada más ver las fotos.

Me dijo que si no hacía sext con ella/él (sext: enviar videos o fotos desnud@) compartiría con mis amigos mi foto inicial, la que le envié de mi cara y mis pechos. En ese momento era de noche, empecé a tener pánico y lloré. Le decía que no, pero insistía.

Como yo no quería que viesen mi foto, acepté. Me dijo que tendría que hacer sext de masturbación + llegar al orgasmo (obviamente en una situación así no sé quién sería capaz de hacer eso, no era mi caso) durante 14 días. Si empezaba ya, me lo rebajaba a 12 días. Lo hice, le envié videos y fotos, y yo llorando… Todo iba a peor. ¡Nunca debí haberlo hecho! Al ceder a su chantaje, sólo le di más ventaja sobre mí. Ahora no solo tenía una foto, tenía más. Cuando se dio por satisfecha/o, me dejó dormir.

Al día siguiente intenté solucionar las cosas o, al menos, intenté hablar con ella/él sin resultado alguno. Lo que descubrí fue abrumador: era una persona árabe (no sé de dónde) y obviamente musulmana. Esto me asustó un poco, no tengo nada contra ellos pero cuando algo así ocurre, uno se asusta… ¡y mucho!

Me preguntó que por qué no creía en Dios, que de dónde procedía yo y mis padres, que si sabía que España había sido islámica en la antigüedad, etc. En ese instante pensé que lo hacía por odio a mi raza, pero no. Luego descubrí el porqué: lo único que quería era una tarjeta de Apple para comprar en la App Store y yo, como soy menor, no tengo tarjeta de crédito y no podía comprársela, así que prefirió pedirme más sext… ¡increíble!

Entonces me puse a buscar ayuda por internet, porque la verdad no sabía qué hacer. Me apareció la historia de una chica y al final dejó el link de vuestro correo y os escribí. ¡En ustedes encontré apoyo y el consejo que necesitaba en medio de mi desesperación! Me recompuse y dije: «ya tiene suficiente de mí, si sigo enviándole fotos o videos será peor, ¡con cinco suficiente!».

Hice todo lo posible para que el miedo no me cegara y volviese a caer, intentaba hablar con el/ella en inglés e incluso le pedí a un amigo que le hablase en árabe y creo que conseguimos asustarle un poco. Siguió amenazándome con que si no hacía lo que quería, enviaría mis fotos por directo de Instagram. Yo fui más rápida y avisé a mis amigos para bloquearle y denunciarle. También les dije que no abriesen sus directos, si les enviaba alguno. Aun así, si envía algo haré frente a lo que sea. De momento no ha enviado nada o eso parece.

Espero que este haya sido el principio del fin. Con todos mis amigos avisados puse fin a su tiranía y le dije que no más: no iba a aguantar 12 días haciendo sext y tampoco iba a empeorar las cosas. Dijo que compartiría mis fotos pero estaba preparada para lo peor. La bloqué, la denuncié y por ahora…no ha publicado nada. Me alegro. De todas formas, estoy a alerta por si sube algo a Instagram (aunque le/la tengo bloqueada/o me sale el número de publicaciones, que de momento sigue a cero). A veces la desbloqueo en Kik para ver si me ha hablado, pero no es así. Como dice el refrán: perro hablador, poco mordedor.

Chicos, ¡nunca caigan en esta trampa! Yo fui una estúpida y creo que aprendí la lección: no volverá a pasar. Es preferible que crean que eres un chico o chica a enviar tu foto. Así solo les das tu privacidad gratuitamente y les das poder sobre ti. ¡No seáis como yo y no caigáis en ese error nunca!

Si tenéis ese problema: ¡denunciad y confiad en vuestros padres y amigos cercanos, en nadie más! ¡Ellos os apoyarán! Entren también a esta página, donde encontrarán un «Decálogo para una víctima de sextorsión».

Gracias por vuestro tiempo y… ¡Viva la libertad! ¡No mandéis esas fotos y, si lo habéis hecho, no os dejéis manipular!

Testimonio escrito para La Opción V

(1) Quien ha querido compartirnos su historia a través de nuestra página recién ha conocido esta Opción. Ella ha querido compartirnos su terrible experiencia para advertir a otros jóvenes del peligro al que están expuestos en las redes, al enviar este tipo de fotos o videos. Desde LOV alentamos a quienes han hecho esta Opción a ni siquiera tomarse estas fotos, y menos aún enviarlas, por más que se trate del enamorado/a.

Artículo publicado originalmente por La Opción V