Un Camino para volver a encontrar los valores de Europa - Alfa y Omega

Un Camino para volver a encontrar los valores de Europa

Redacción

De los diez países que más peregrinos aportan al Camino de Santiago, siete son europeos. Parte de la culpa de que se haya difundido tanto la peregrinación por Europa la tiene José María Ballester, exdirector de Cultura, Patrimonio Cultural y Natural del Consejo de Europa. Bajo su dirección se aprobó, «en el Consejo de Europa, el Camino de Santiago como Itinerario Cultural Europeo». Para Ballester, el Camino «es una vía de peregrinación que va difundiendo una forma de ser europea: vehicula unas ideas, una literatura, una música…, va creando una simbiosis de valores puramente europeos, que en aquel momento era conocida no como Europa, sino como la cristiandad». Ballester también es responsable de la señal azul y amarilla que guía a los peregrinos a Santiago y en la que «se adivina una convergencia de caminos», que se da en el Camino de Santiago y se debe dar en Europa. Y si hoy hay europeos que pueden salir de su casa, echarse a andar y llegar a Santiago, también es gracias a José María Ballester, ya que, durante su etapa en el Consejo de Europa, «se identificaron varias rutas europeas para llegar a Santiago que habían caído en el olvido. La más curiosa partía desde Islandia».