El Papa recibe al cirujano que le salvó, gratis, cuando era «un humilde sacerdote muy enfermo» - Alfa y Omega

El Papa recibe al cirujano que le salvó, gratis, cuando era «un humilde sacerdote muy enfermo»

«Juan Carlos, estás igual que cuando yo te vi esa noche que sentí que me moría. Vos me salvaste la vida». Con estas palabras saludó hace unas semanas el Papa Francisco al doctor Juan Carlos Parodi, un prestigioso cirujano argentino que, en el año 1980, atendió la petición de otro médico de operar a «un humilde sacerdote muy enfermo» que no tenía recursos. El famoso médico vio a su antiguo paciente «muy, muy bien» de salud, aunque destacó sobre todo la alegría y la paz que transmite

Redacción
Foto: Archivo / Hernán Zenteno / La Nación

Esta semana, se ha sabido que el Papa Francisco recibió en audiencia al doctor Juan Carlos Parodi, el cirujano que, en 1980, le salvó la vida tras sufrir una gangrena de vejiga. En abril, el doctor Parodi pudo hablar durante 40 minutos con el Santo Padre. «Fue una experiencia enriquecedora, me cambió la vida», explicó este martes a la argentina Radio Continental.

«En el año 1980 -narró-, fui llamado por un clínico que me dijo que tenía un humilde sacerdote muy enfermo. Era un jesuita que había hecho los votos de pobreza, castidad y obediencia y que no tenía recursos. Me pregunto: ¿Sos capaz de ayudarlo? Me sentí honrado. Dejé todo y una noche fui a ver a este sacerdote. Estaba muy enfermo». Por aquel entonces, el padre Bergoglio era Rector del Colegio Massimo y de la Facultad de Filosofía y Teología de la misma casa.

Después de la operación, «no me acordaba de mucho más: que había salido bien, que me había regalado un libro. Había insistido en pagarme y yo por supuesto desistí. Me había regalado un libro dedicado. Después me enteré de que ese sacerdote humilde y muy enfermo era Bergoglio».

«Cuando vi tu cara empecé a sentirme mejor»

A raíz del encuentro con el Papa, el doctor Parodi constató que, «según él, le salvé la vida, cosa que me puso muy contento». El cirujano argentino es conocido mundialmente por haber desarrollado varias técnicas de cirugía abdominal mínimamente invasiva. Por ese motivo, estaba en un congreso, en Londres, cuando le dieron la noticia de que el Santo Padre le iba a recibir en audiencia privada. «Fue una de las experiencias más hermosas de mi vida. Primero, porque aprendí muchas cosas que no sabía, y además, verlo al Santo Padre…».

«Él -continuó contando-, apenas entró en Santa Marta, radiante, me dice: Juan Carlos, estás igual que cuando yo te vi esa noche que sentí que me moría. Vos me salvaste la vida, me dice. ¿Cómo?, le dije. Sí, vos me salvaste la vida porque yo tenía una gangrena de vesícula, que todo el mundo sabe que es altamente mortal. Esa misma noche me operaste; nunca voy a olvidarme de tu cara, porque cuando vi tu cara empecé a sentirme mejor, mejoré».

El prestigioso cirujano dijo que tuvieron «una charla realmente hermosa, durante cuarenta minutos» y que de salud «está perfecto, increíble, muy, muy bien». Sin embargo, como médico que es, reconoció que «obviamente, le di recomendaciones, todo lo que hacemos los médicos, pero lo vi muy bien. Con una alegría y una paz…».

«Va a hacer un gran bien al mundo»

El doctor Parodi ya compartió el año pasado algo de su breve encuentro con el Papa. Fue en una carta al director enviada al diario La Nación el 19 de marzo, día de la Misa de comienzo de pontificado.

La carta decía así: «El Papa Francisco es un hombre a quien se va a amar mucho y va a hacer un gran bien al mundo. Fue mi paciente y lo operé unos años atrás. Su elegida humildad es una cabal muestra de su personalidad. Sin estar de acuerdo en la exaltación de la pobreza, pienso que debemos ayudar al pobre, sin duda, pero hay también que odiar esa pobreza que lo arrastra a la miseria y le quita posibilidades de vivir dignamente. Más bien, hay que crear riqueza y repartirla con equidad. La Iglesia no tiene que ser rica ni ostentosa, pero tiene que tener recursos para desempeñarse eficientemente y cumplir su misión. Alegrémonos de la fortuna de tener a un hombre bueno e inteligente como el nuevo Papa de nuestra Iglesia».