A la universidad, gracias a Cáritas - Alfa y Omega

A la universidad, gracias a Cáritas

El curso pasado, la Iglesia de Sevilla pagó más de 30 matrículas, evitó el desahucio de un alumno, y dio ayudas para material, alojamiento y manutención de estudiantes

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El delegado de Pastoral Universitaria de Sevilla, Álvaro Pereira, en el momento de la acogida a dos jóvenes estudiantes. Foto: Archidiócesis de Sevilla

El número de matrículas ha descendido, las tasas han aumentado, se han multiplicado las solicitudes de ayudas para comedores universitarios y cada vez se expiden más advertencias de cancelación de matrículas por impago. Esta es la realidad que vive la Universidad española y a la que la Iglesia no da la espalda. Por eso, las Delegaciones de Pastoral Universitaria encaran el nuevo curso académico reforzando su labor asistencial, dentro de su programa basado en tres vertientes: litúrgica, formativa y caritativa. En esta última área destaca la labor que desarrolla Cáritas Universitaria de Sevilla, cuyas actividades se han convertido en una experiencia pionera en España.

Problemas de dinero o de familia

Cáritas está presente en las dos universidades públicas de Sevilla, la Hispalense y la Pablo de Olavide, bajo la dirección del delegado diocesano, el sacerdote Álvaro Pereira. Se trata de un organismo dependiente de Cáritas diocesana, y allí se atienden los casos de estudiantes «con problemas económicos y familiares que les impiden continuar sus estudios», como explica Pereira. Aunque según aclara el sacerdote, «siempre intentamos que nuestra labor sea subsidiaria, es decir, que primero sean el Estado o la propia universidad los que ayuden».

Acoger, ayudar y concienciar

Los fines de Cáritas Universitaria sevillana son tres: acoger y ayudar a los miembros de la universidad en dificultades; promover experiencias de colaboración y voluntariado que contribuyan a la formación integral de los jóvenes, y sensibilizar a la comunidad universitaria sobre la realidad de los empobrecidos. Para lograrlo, organiza seminarios, conferencias y campañas de sensibilización, desarrolla programas propios, y colabora con proyectos de instituciones afines como la Hermandad de los Estudiantes, una corporación de penitencia cuya capilla se encuentra en la Universidad de Sevilla y con la que Cáritas Universitaria mantiene una colaboración permanente que el curso pasado cuajó en 180 ayudas para diferentes programas.

Manifestación de universitarios en Sevilla, el pasado mes de marzo. Foto: Vanessa Gómez

35.000 euros, y sin subvenciones

Durante el ejercicio anterior, Pastoral Universitaria concedió casi 35.000 euros en becas y ayudas, gracias a los estipendios y donativos que ofrecen profesores y estudiantes de la universidad. Solo en la Universidad de Sevilla, Cáritas atendió el curso 2014/15 al pago parcial de 31 matrículas, evitó un desahucio, y aprobó tres ayudas para el pago de material escolar, alojamiento y manutención de estudiantes.

Además, gracias a la implicación de estudiantes y profesores, destinó «una amplia cantidad al voluntariado en favor de las personas sin hogar, a la Casa diocesana de acogida de mujeres en riesgo de exclusión social y a la campaña a favor de los damnificados por el terremoto de Nepal», según confirman desde la archidiócesis.

6.000 euros para los perseguidos

La situación que atraviesan las comunidades cristianas perseguidas en otras partes del mundo tampoco ha pasado desapercibida para los universitarios sevillanos, que han donado 6.000 euros a las minorías perseguidas por el Estado Islámico. Otro de sus logros recientes ha sido el acuerdo suscrito con la Obra Social La Caixa y la Fundación Persán, bajo la supervisión de la Universidad Pablo de Olavide, y que ha concedido 22 ayudas.

La cara de los datos

Tras los datos están las historias. Historias como la de Gracia Torralba, que descubrió «por casualidad» Cáritas Universitaria y después de tres años como voluntaria confiesa que «ha sido la experiencia que más ha marcado mi paso por la universidad, y mi propia personalidad». Similar es el caso de Miguel León, profesor de la Universidad de Sevilla y diputado de Acción Social de la Hermandad de los Estudiantes: «El programa me enganchó desde primera hora, sobre todo poder ayudar dentro de la comunidad universitaria», relata. Aunque si algo destacan quienes se acercan a Cáritas Universitaria es el momento de la acogida: «Se trata de un ratito de charla en el que conocemos a los posibles beneficiarios de nuestras ayudas. Ellos son los que más lo agradecen, porque hay muchos aspectos de la vida que no se pueden incluir en papeles», explica Miguel León. También Gracia Torralba reconoce que «ahí es cuando se le pone cara a los datos y, en ocasiones, encuentras el porqué de muchos de ellos. En la acogida hacemos sentir a la persona que te importa, que es parte de una comunidad y que quieres acompañarlo».

50 voluntarios de una familia

A punto de comenzar el nuevo curso universitario, 50 voluntarios forman parte de «esta gran familia de la Pastoral Universitaria de Sevilla, que ha llevado al centro de la universidad la fe revolucionaria de la que habla el Papa», y día a día dan testimonio «ofreciendo su tiempo y ayuda a los descartados por otras instituciones», concluye Pereira.

Alicia Contreras
Sevilla