El Papa anima a los obispos de Europa a compartir experiencias de pastoral familiar - Alfa y Omega

El Papa anima a los obispos de Europa a compartir experiencias de pastoral familiar

«Novios que viven en serio la preparación para el matrimonio; matrimonios que dan la bienvenida a los hijos de otros en custodia temporal o adopción; grupos de familias que se ayudan en el camino de la vida y la fe». Son experiencias de pastoral familiar que ya se dan en la Iglesia y que el Papa quiere que, en el contexto del Sínodo, se compartan para enriquecer a toda la Iglesia. Así se lo dijo, el viernes, a los obispos del Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas

María Martínez López

Una de las prioridades del Papa Francisco en el Sínodo de los obispos sobre la familia es promover el intercambio de experiencias de pastoral familiar que ya se estén llevando a cabo con buenos resultados. Así se desprende de la audiencia que tuvo el viernes pasado con los participantes de la asamblea plenaria del Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas (CCEE), reunidos en Roma en torno al tema Familia y futuro de Europa.

«Estamos llamados a ser -afirma el Papa en el discurso que entregó a los participantes- una Iglesia en salida, que se mueve del centro a la periferia para ir hacia todos, sin miedos, sin desconfianza y con valentía apostólica». La asamblea plenaria de la CCEE, junto con el Sínodo de los obispos, constituyen una ocasión importante para reflexionar juntos sobre cómo valorizar a la familia como precioso recurso para la renovación pastoral, haciendo hincapié en la colaboración entre pastores y familias, en un espíritu de humildad y diálogo sincero, para que las comunidades parroquiales se conviertan en familia de familias.

Novios, matrimonios, adopción y acogida

El Papa insistió en que «no faltan diversas experiencias de pastoral de la familia y de compromiso político y social para ayudarlas, sea a las que viven una vida matrimonial normal, como a las marcadas por problemas o rupturas». Entre estas experiencias, puso como ejemplo a «los novios que viven en serio la preparación para el matrimonio; matrimonios que dan la bienvenida a los hijos de otros en custodia temporal o adopción; grupos de familias que en las parroquias o en los movimientos se ayudan en el camino de la vida y la fe».

Y añadió: «Es importante captar estas experiencias significativas presentes en los diversos ámbitos de la vida de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, sobre las que ejercer un discernimiento adecuado, para después incorporarlas a la red, involucrando así otras comunidades diocesanas».

Apoyar a los padres en la educación de los hijos

Esta colaboración entre pastores y familias debe extenderse también al campo de la educación, para favorecer la maduración de un espíritu de justicia, de solidaridad, de paz, y también de coraje sobre las convicciones propias. «Se trata -señala el Papa- de apoyar a los padres en la responsabilidad de educar a sus hijos, protegiendo el derecho fundamental de que den a sus hijos la educación que consideren más adecuada. Los padres, de hecho, sigue siendo los primeros y principales educadores de sus hijos, por lo que tienen el derecho de educarlos de acuerdo con sus convicciones morales y religiosas. En este sentido, se podrán delinear directivas pastorales comunes y coordinadas para promover y sostener eficazmente las escuelas católicas».

Al final de su discurso, Francisco invita a los presentes a proseguir sus esfuerzos para favorecer la comunión entre las diversas Iglesias de Europa, facilitando una colaboración adecuada para una fecunda evangelización. «También os invito -concluye- a ser una voz profética en la sociedad, especialmente cuando el proceso de secularización en curso en el continente europeo tiende a hacer cada vez más marginal hablar de Dios».