Jerusalén: abierto el primer museo sobre los orígenes del cristianismo - Alfa y Omega

Jerusalén: abierto el primer museo sobre los orígenes del cristianismo

El Museo de Tierra Santa nacerá en 2015, en el corazón de la Ciudad Vieja, será una exposición permanente única en el mundo. Escribe Corrado Paolucci en Aleteia

Aleteia

Hay uno solo en el mundo y se abrirá al público el próximo año. Se trata del Museo de Tierra Santa, en Jerusalén. Una exposición permanente para descubrir como escribe ATS pro-Terra Sancta, la historia de esta tierra extraordinaria en la que, desde hace milenios, se entrelazan profundamente los destinos de muchos pueblos que conviven en los lugares sacros de las tres grandes religiones monoteístas.

El corazón del cristianismo

Nacido por la voluntad del Custodio de Tierra Santa, Pierbattista Pizzaballa, el museo abrirá sus puertas en 2015 y se situará en el corazón de la Ciudad Vieja de Jerusalén. El Museo de Tierra Santa tendrá el privilegio de ser el único museo del mundo sobre las raíces del cristianismo y la conservación de los Lugares Santos. En este especial y delicado momento histórico, de hecho, es de fundamental importancia dar a conocer al mundo entero la historia de la presencia cristiana en Tierra Santa, para favorecer una mayor conciencia de las propias raíces, contribuir a la unidad de la «familia humana» y difundir un mensaje de paz en el mundo.

Las palabras del Custodio de Tierra Santa

A continuación un extracto de la entrevista realizada por el Franciscan Media Center al Custodio de Tierra Santa, el Padre Pierbattista Pizzaballa que destaca la importancia de esta obra: «El Museo de Tierra Santa quiere recorrer las raíces del cristianismo y de esta tierra, porque este país tiene una historia en la que la presencia cristiana es evidente, como la hebrea e islámica, pero tiene la necesidad de ser mostrada y dada a conocer mejor, de manera orgánica. Los cristianos, incluso siendo una pequeña minoría, han estado siempre allí y son, todavía hoy, una presencia culturalmente muy vivaz y rica, que ha contribuido enormemente a construir relaciones, no solo con la población local, sino con el resto de sociedades del mundo. Es justo que esta realidad se dé a conocer y se divulgue».

Corrado Paolucci / Aleteia