Para no romper con Cristo - Alfa y Omega

Para no romper con Cristo

La ruptura del matrimonio no supone una ruptura con Cristo. Son muchos los divorciados, vueltos o no a casar, que reciben la acogida de la Iglesia para mantener su vida de fe según sus propias circunstancias, e incluso hay personas que recuperan su relación con Jesús cuando ven que hay un Amor que nunca abandona…

Fernando de Navascués
La Pascua de familias en la que Ana y sus hijos encontraron su sitio en la Iglesia

Ana es un buen ejemplo de cómo muchos divorciados no rompen su relación con Jesús tras una ruptura matrimonial. Ella es profesora en un colegio católico de Madrid y, tras una larga y compleja vida matrimonial, acabó divorciándose. En su centro nunca se ha sentido juzgada, ni siquiera por la dirección, compuesta por sacerdotes y consagradas. Al contrario, una de las directoras «fue siempre mi paño de lágrimas; no hubo ocasión en que no me recibiera con exquisita atención». Es más, «con el colegio tuve una experiencia decisiva» la pasada Semana Santa, cuando le invitaron a ella y a sus hijos a vivir, con un grupo de familias, una convivencia de Pascua, para celebrarla más intensamente, y ayudar al párroco de un pueblo a organizar los oficios.

Al principio, estuvo desubicada: «Para mí, lo de vivir la Semana Santa desde dentro era una novedad y estaba nerviosa, porque, además, todas eran familias con un padre, una madre y uno o varios hijos».

La Gran Familia Cristiana

Tan descolocada estaba que decidió que iba a volverse a casa al poco de empezar. Cuando fue a buscar a su hijo para decírselo, no lo encontró, hasta que «llegó con una mirada tranquila y serena, sonriendo. Al preguntarle dónde estaba, me dijo que se estaba confesando. Él solo, sin que nadie le dijera nada, había sentido la necesidad de hacer su Segunda Confesión a las pocas horas de empezar. Cuando fui a buscar a mi otro hijo, pensaba que estaría jugando con el resto de los chicos, pero me lo encontré solito, frente a la Virgen, intentando rezar el Rosario. Fue ahí cuando entendí que estábamos donde teníamos que estar, que era el momento y el lugar para renovar nuestra fe, y vivirla con naturalidad, con otras familias, como la Gran Familia Cristiana que somos en la Iglesia».

El de Ana no es un caso único. Evangelizaciondigital.org es un proyecto impulsado por el Regnum Christi para evangelizar desde Internet, y que organiza charlas y encuentros digitales que salven las distancias físicas. Las actividades que más éxito tienen son las charlas y talleres para divorciados: los primeros jueves de mes, a las 10 de la noche, tras una introducción a un tema vinculado con su situación, más de mil separados, divorciados vueltos a casar o con pareja, de España y Sudamérica, se conectan, intercambian opiniones y experiencias, y, sobre todo, encuentran un espacio de Iglesia donde se sienten escuchados, atendidos, valorados… No faltan testimonios de parejas desorientadas, ni el de las que desarrollan una pastoral seria en sus parroquias, para acoger y sanar las heridas de tantos dramas humanos que la separación y el divorcio conllevan. Todos buscando que su divorcio no sea un divorcio de Cristo.