Perfil del sacerdote: varón de 32 años, que reza el rosario y acude a la adoración eucarística

El típico nuevo sacerdote católico estadounidenses es un hombre de 32 años, que tiene tres o más hermanos y que rezaba el rosario regularmente antes de entrar en el seminario, según una encuesta realizada por el Centro de Investigación Aplicada en el Apostolado y difundida por CatholicCulture.

El 31 % de los ordenados son extranjeros, llegaron a los Estados Unidos a los 24 años y llevaban viviendo allí alrededor de 14 años. Dentro de este grupo hay un 5 % de mexicanos, un 3 % de vietnamitas, un 3 % de colombianos, un 2 % de polacos, un 2 % de filipinos y un 2 % de nigerianos.

De entre los nuevos sacerdotes, el 42 % acudió a una escuela primaria católica antes de ordenarse. Este mismo porcentaje se mantiene también en la escuela secundaria católica. El porcentaje aumenta en la universidad. El 44 % de los curas recién ordenados en 2013 estudiaron en una universidad católica. Por otro lado, el 4 % de los encuestados fueron educados en casa al menos durante siete años. En todo Estados Unidos, el porcentaje de niños que estudia en casa no supera el 2 %.

Según CatholicCulture, las conclusiones del estudio revelan que:

Los nuevos sacerdotes vivieron, de media, 18 años en su diócesis antes de entrar en el seminario. El 15 % de los encuestados vivieron menos de un año en la diócesis en la que luego entraron al seminario.

El 67 % de los ordenados son blancos, el 15 % son hispanos, 10 % son asiáticos, y el 5 % son de color negro.

El 9 % son conversos, con una edad media de recepción en la Iglesia de 24 años.

El 34 % tiene un familiar que era sacerdote o religioso.

En el 81 % de los casos ambos padres eran católicos.

El 4 % han servido en las Fuerzas Armadas de EE. UU. El 13 % tenía un padre con carrera militar.

El 68 % rezaba regularmente el rosario, y el 62 % participaba regularmente en la adoración eucarística, antes de entrar en el seminario.

Los nuevos sacerdotes comenzaron a plantearse la vocación a los 16 años.

El 67 % de los sacerdotes encuestados fue alentado por el sacerdote de la parroquia para considerar la vocación, el 46 % era animado por un amigo, el 38 % por un feligrés, un 34 % por su madre, y el 22 % por su padre. El 19 % fue desalentado por un sacerdote, el 30 % fue desalentado por sus padres, el 28 % por sus madres, un 43 % por otros miembros de la familia.

El 20 % tiene cinco o más hermanos, el 10 % tienen cuatro hermanos, el 22 % tienen tres hermanos, el 24 % tienen dos hermanos, el 21 % tienen un hermano, y el 3 % no tienen hermanos.

El 40 % son los hijos mayores en sus familias.

El 62 % trabajaba a tiempo completo antes de entrar en el seminario.

El 47 % participó en un grupo de jóvenes de la parroquia, y el 35 % participó en los Boy Scouts.

El 20 % había participado en una Jornada Mundial de la Juventud.

El 67 % había sido monaguillo, el 55 % leía frecuentemente las lecturas durante la Misa y el 46 % eran ministros extraordinarios de la comunión.