Un sacerdote, un seminarista y un repartidor evitan un suicidio en Madrid - Alfa y Omega

Un sacerdote, un seminarista y un repartidor evitan un suicidio en Madrid

Hace un tiempo, cuando aún no existían las actuales mamparas en el madrileño Viaducto de Segovia, era bastante frecuente que sacerdotes y seminaristas que transitaban por la zona del Viaducto de Segovia, en Madrid, hicieran desistir de sus planes suicidas a personas que pretendían arrojarse al vacío, en su defecto, les administraran la extrema unión. Este jueves, 9 de mayor, volvió a ocurrir un hecho así: un sacerdote, un seminarista y un repartidor evitaron el suicidio de un hombre que había conseguido saltar la mampara de seguridad instalada hace 15 años

Redacción

Fue ordenado sacerdote el pasado 27 de abril y, sólo diez días después, vivió el que probablemente será uno de los momentos más impactantes de su ministerio. Se trata del sacerdote que, el jueves 9 de mayo, junto con un seminarista y un repartidor, consiguió evitar que un hombre se suicidara saltando desde el Viaducto de Segovia. Lo mismo se podría decir del seminarista que le ayudó.

El hombre había conseguido atravesar la mampara de seguridad que el Ayuntamiento de Madrid instaló en 1998 precisamente para evitar los suicidios. En un vídeo que el portal de Internet Terra hizo público el jueves, se ve cómo varios viandantes, al pasar alrededor de las dos de la tarde por la calle Bailén, se percatan de la presencia del hombre, apoyado en la valla que lo separa del vacío. Pero el primero en detenerse e intentar ayudarle es el sacerdote, que intenta hablar con él para disuadirle de su intención. También estuvo rezando por él y le dio la extremaunción, en caso de que al final decidiera saltar. Al mismo tiempo, se ve que gesticula pidiendo a alguien que llame por teléfono a los servicios de emergencia.

Un rato después, cuando parecía que el hombre estaba dispuesto a saltar e incluso se había subido a la valla, un seminarista y un repartidor consiguieron pasar al otro lado de la mampara y retenerle el tiempo suficiente para que llegara la Policía Municipal y los bomberos. Ni el sacerdote ni el seminarista han querido hacer declaraciones a los medios.

Aunque en los últimos años, gracias a la mampara, los suicidios desde el Viaducto son escasos, no es la primera vez que sacerdotes y seminaristas atienden a personas que tenían la intención de saltar desde allí o ya lo habían hecho, algo muy frecuente hace años. Se da la circunstancia de que el Viaducto une la zona donde está la catedral de Nuestra Señora de la Almudena y el arzobispado, con la del Seminario Conciliar San Dámaso.