El Papa, en Santa Marta: «Quien se lamenta continuamente no es un buen cristiano» - Alfa y Omega

El Papa, en Santa Marta: «Quien se lamenta continuamente no es un buen cristiano»

Paciencia para soportar las tribulaciones… y también «para soportarnos el uno al otro». Eso es lo que nos pide Jesús, según dijo el Papa en su homilía de la Misa del martes, en la Residencia de Santa Marta

Redacción

Ante las tribulaciones, Jesús nos pide paciencia. «Esto no quiere decir estar tristes», advirtió. «No, no, ¡es otra cosa! Esto quiere decir soportar, portar sobre la espalda el peso de las dificultades, el peso de las contradicciones, el peso de las tribulaciones. Esta actitud cristiana de soportar: entrar en paciencia. Aquello que en la Biblia se dice con una palabra griega, tan plena, la hypomoné, soportar en la vida el trabajo de todos los días: las contradicciones, las tribulaciones, todo esto. Ellos -Pablo y Silas- soportan las tribulaciones, soportan las humillaciones: Jesús las ha soportado, ha entrado en paciencia. Este es un proceso -me permito la palabra –proceso– un proceso de maduración cristiana, a través del camino de la paciencia. Un proceso que requiere tiempo, que no se hace de un día para otro: se realiza durante toda la vida para llegar a la madurez cristiana. Es como el buen vino».

El Papa puso el ejemplo de los mártires de Nagasaki, los 26 cristianos que fueron crucificados en 1597 en Japón. Se ayudaban unos a otros, «esperando el momento de la muerte», relató Francisco, según los extractos difundidos por Radio Vaticano. De algunos mártires, se decía incluso que «iban al martirio» como a una «fiesta nupcial». Esta actitud del soportar, agregó, es la actitud normal del cristiano, pero no es una actitud masoquista. Es en cambio una actitud que lo lleva «por el camino de Jesús».

«Cuando llegan las dificultades, llegan también las tentaciones. Por ejemplo el lamentarse: Pero mira lo que me pasa.. un lamento. Y un cristiano que se lamenta continuamente deja de ser un buen cristiano: es el Señor o la Señora Lamento, ¿no? Porque siempre se lamenta de todo, ¿no? El silencio en el soportar, el silencio en la paciencia. Aquel silencio de Jesús: Jesús en su Pasión no dijo más de dos o tres palabras necesarias… Pero tampoco es un silencio triste: el silencio del soportar la Cruz no es un silencio triste. Es doloroso, muchas veces muy doloroso, pero no es triste. El corazón está en paz. Pablo y Silas rezaban en paz. Tenían dolores, porque se dice que luego de la cárcel el carcelero lavó las llagas -tenían llagas- pero soportaban en paz. Este camino de soportar nos hace profundizar la paz cristiana, nos hace fuerte en Jesús».

He aquí que el cristiano está llamado a soportar como hizo Jesús, «sin lamentarse, soportar en paz». El Papa Francisco agregó que este «entrar en paciencia, renueva nuestra juventud y nos hace más jóvenes».

«El paciente es aquel que, a la larga, ¡es el más joven!», explicó «Pensamos a aquellos ancianos y ancianas en los asilos, aquellos que han soportado tanto en la vida: Miramos sus ojos, ojos jóvenes, tienen un espíritu joven y una renovada juventud. Y a esto nos invita el Señor: a esta renovada juventud pascual por el camino del amor, de la paciencia, del soportar las tribulaciones y también -me permito decirlo- de soportarnos el uno al otro. Porque también debemos hacer esto con caridad y con amor, porque si yo debo soportarte, estoy seguro que tú me soportas y así vamos adelante por la senda del camino de Jesús. Pidamos al Señor la gracia de este soportar cristiano que nos da la paz, de este soportar con el corazón, de este soportar gozoso para volvernos cada vez más jóvenes, como el buen vino: más jóvenes con esta renovada juventud pascual del espíritu. Así sea».